Si alguna vez deseó tener una gran fuerza, poderes de curación o la capacidad de hacerse invisible, entonces que se fije en las invenciones que muestran la serie “We the Geeks” (Nosotros, los expertos de la tecnología). La serie web comenzó en 2013 en la Casa Blanca para destacar los temas analizados en la Oficina de Ciencia y Tecnología. La oficina desarrolla políticas y asesora al presidente en asuntos de ciencia y tecnología.
“Nuestra idea es que reconocemos lo que somos. Me siento orgulloso de ser un experto de la tecnología, un “geek”, y de eso trata la serie”, afirma Phillip Larson, asesor de política para espacio e innovación, y uno de los productores de “We the Geeks”. En julio de 2013, “We the Geeks” reveló las ideas originales de algunos científicos de materiales innovadores, que introducen en la vida real el tipo de materia del que están compuestos los superhéroes. (Un “geek” en inglés es una persona obsesiva e inteligente, con poca disposición a socializar sin motivo)
Fuerza
El profesor de ingeniería química Norman Wagner coinventó un blindaje líquido, junto a un científico del ejército de Estados Unidos, en la Universidad de Delaware. El “fluido pseudoplástico” está constituido por nanopartículas cerámicas concentradas que se endurecen tras el impacto, las cuales sirven para detener balas, cuchillos, esquirlas, picahielos y peligros tan pequeños como una aguja.
Debido a que el blindaje líquido protege a las personas en situaciones de alto riesgo, “debe pensar en todas las formas que puede usarlo; guardarlo en el maletero del automóvil en un día caluroso de verano y remojarlo en agua fría”” explica Wagner. “¿Durará?”
Más allá del uso planificado en indumentaria para el ejército y la policía, el blindaje líquido podría añadirse a los guantes quirúrgicos para proteger a los miles de médicos y enfermeros que se pinchan accidentalmente con agujas cada año. Algunos contraen VIH, hepatitis y otros agentes patógenos de transmisión sanguínea que pueden derivar en enfermedades o la muerte. Las capacidades de protección del fluido también demostraron ser útiles para naves espaciales y trajes de astronautas, para los cuales los micrometeoritos y residuos meteóricos representan graves riesgos.
“Es una maravillosa oportunidad para traducir una investigación básica en un producto que beneficie a las personas”, afirma Wagner.
Poderes de curación
“¿Podemos imitar la piel humana?”, preguntó Chao Wang, un investigador de postdoctorado en ciencias de materiales de la Universidad de Stanford. Él y un equipo de químicos e ingenieros crearon una piel sintética sensible al tacto y autocicatrizante, como la piel humana. El material de color gris, que es una mezcla entre metal y plástico, se autorestaura incluso después de recibir varias incisiones con bisturí. De hecho, cicatriza mucho más rápido que la piel real, en tan solo 30 minutos.
Un día, la piel podrá recubrir dispositivos eléctricos y cables, para reparar daños y generar electricidad. Debido a que también es sensible a la presión, puede permitir que la prótesis de una extremidad imite la flexión natural de una articulación.
También podría envolver a robots a modo de sensor sensible al tacto, lo que permitiría que las máquinas sepan cuánta presión deben aplicar al recoger diferentes objetos; por ejemplo, un teléfono que suena frente a un bebé que llora. Ya sea que tenga un uso práctico o remoto, Wang sostiene: “simplemente queremos hacer algo que pueda cambiar el mundo”.
Invisibilidad
“No nos propusimos hacer que cosas se volvieran invisibles”, afirma David Smith, profesor de ingeniería eléctrica e informática de la Universidad de Duke. “De repente, la idea de crear algo tan exótico y atractivo como una capa invisible se hizo realidad. Eso es lo que estamos haciendo, solo que con algunas salvedades”.
Comenzó en 2006, cuando él empezó a trabajar con materiales de placas de circuito, básicamente cobre sobre plástico. Su equipo pudo lograr que las ondas rodearan un objeto y emergieran como si atravesaran un espacio vacío.
Pero lo que se esconde detrás de la “capa”, que se extiende solo 41 centímetros, aún puede ser observado por la vista humana. Es invisible solo para las ondas electromagnéticas que transmiten señales a través de dispositivos como teléfonos móviles, computadoras portátiles y televisores.
Eso significa que si la capa que envuelve un objeto que creó interferencia durante una llamada telefónica o un programa de televisión, su “invisibilidad” podría permitir que se escuche más claro. Al torcer las ondas acústicas y canalizarlas alrededor de un submarino, la capa podría ocultar un submarino de un radar. O podría permitir que los médicos encuentren pequeños tumores que la detección por ultrasonido a veces no detecta.
¿Qué se avecina en el futuro? “Esperamos con interés continuar la serie y mostrar todo tipo de temas innovadores futuristas y técnicos”, dijo Larson. Si quieres puedes enviarles nuevas ideas en Twitter en #WeTheGeeks.