Este artículo fue redactado para ShareAmerica por Linda Thomas-Greenfield (en inglés), secretaria de Estado adjunta para Asuntos Africanos en el Departamento de Estado de Estados Unidos.
Como todos los países, Estados Unidos ha enfrentado tiempos de dificultades y luchas, sin embargo, ha prevalecido debido a la fuerza que se deriva de su diversidad. Sus ciudadanos celebran esta fuerza durante el Mes de la Historia Afroestadounidense, en el que se rinde homenaje a las contribuciones hechas por los afroestadounidenses, incluyendo en aspectos de derechos civiles y diplomacia.
Durante muchas décadas, el cuerpo diplomático de Estados Unidos estaba dominado por hombres blancos que habían estudiado en prestigiosas universidades “Ivy League” en Nueva Inglaterra. Cuando ingresé al cuerpo diplomático estadounidense (lo que llamamos el Servicio Diplomático) en la década de 1980, al ser una mujer afroestadounidense de la pequeña ciudad de Baker (Luisiana), era diferente al diplomático típico del momento. También sabía que mis antecedentes y perspectivas eran partes importantes de la narrativa de Estados Unidos.
El Servicio Diplomático tenía pioneros afroestadounidenses, entre ellos el estadista y ganador del premio Nobel Ralph Bunche; Terence Todman, nombrado embajador de carrera por el presidente George H.W. Bush; Edward Perkins, quien representó a este país en la ONU después de servir en varios cargos diplomáticos; y Ruth A. Davis, que trabajó incansablemente para aumentar la diversidad en el cuerpo diplomático. De estos pioneros aprendí que simplemente al representar a mi país en el extranjero, podía ayudar los ciudadanos extranjeros a entender mejor la historia y los valores de Estados Unidos.
Para el momento en que me convertí en directora del Servicio Diplomático tres décadas más tarde, ya había más diversidad en términos de origen racial y étnico, género, religión y orientación sexual entre los diplomáticos estadounidenses.

Sin embargo, el Servicio Diplomático todavía tiene un largo camino por recorrer. Tenemos que asegurarnos que nuestro cuerpo diplomático sea verdaderamente representativo de todo el pueblo de los Estados Unidos de América. El reclutamiento de candidatos diversos y altamente cualificados sigue siendo una prioridad. Para mostrarle al mundo como es Estados Unidos, debemos inspirar a jóvenes estadounidenses de diversos orígenes a que se consideren el rostro de Estados Unidos ante el mundo.
Nuestras becas Pickering y Rangel y el programa de pasantías del Servicio Diplomático de Estados Unidos pretenden aumentar la diversidad en este apelando a estudiantes brillantes de muchas procedencias, proporcionándoles una exposición al trabajo diplomático. Aprenden cómo los diplomáticos fomentan la paz, apoyan la prosperidad y protegen a los ciudadanos estadounidenses en todo el mundo.
El Mes de la Historia Afroestadounidense es un momento para rendir homenaje a la diversidad en Estados Unidos y en el mundo. Si estás interesado en el servicio público, considera las palabras del Dr. Martin Luther King Jr.: “Haz una carrera para la humanidad. Comprométete a la noble lucha por la igualdad de derechos. Harás de ti mismo alguien superior, de tu país una nación más grande y del mundo un lugar mejor donde vivir.”