Por lo menos desde los comienzos de la antigua Grecia la gente recurre al humor para denunciar y ridiculizar la aparente tontería o corrupción de sus líderes políticos. Con la tecnología de información actual la sátira política se ha hecho más común. Wikipedia tiene listas de los programas noticiosos satíricos en 29 países.
En Estados Unidos la sátira política está protegida por la primera enmienda de la Constitución. “El Congreso no aprobará ninguna ley … que coarte la libertad de expresión o de prensa”. Los líderes, no importa cuán poderosos sean, han aprendido que aceptar las críticas con gracia es parte de su tarea.

Por ejemplo el vicepresidente Biden es frecuente objetivo del diario satírico “The Onion”. Biden dice que “The Onion” es “divertidísimo” y les ha respondido con buenas maneras en los medios sociales.
En Estados Unidos el programa “The Daily Show” es una de las fuentes más populares de sátira política. Hace poco el programa ha salido en las noticias debido a que se va del mismo su popular y durante largo tiempo presentador, Jon Stewart, quién luego de 16 años es bien conocido tanto por su humor agudo como por su habilidad para tratar con seriedad temas como los ataques del 11 S y los disturbios raciales en Baltimore.
El presidente Obama ha sido su invitado, como lo han sido muchos otros líderes mundiales, senadores y gobernadores de Estados Unidos y miembros del gobierno. El senador John McCain, un frecuente asociado adversario de Stewart se presentó en el último episodio de Stewart (con un títere parecido a Stewart) y también apareció el secretario de Estado John Kerry.
El propio Obama, objeto frecuente de la crítica humorística, ha calificado a Stewart de “brillante”.
“Es asombroso el grado profundo al que puede llegar por medio de cosas sin sentido”, dijo.