La primera vez que Ntsiki Biyela, campeona vinicultora en Sudáfrica, probó esa bebida no le gustó nada.
“El vino realmente no era parte de mi cultura”, dice Biyela, que durante la época del apartheid creció en una región rural del país, donde el vino era más popular entre la población blanca y urbana.
Originalmente Biyela quería estudiar ingeniería química, pero no pudo encontrar una beca con la cual financiar sus estudios. Sin embargo, sí había una beca para aprender a destilar vino, un campo que ella ni sabía que existía. “Era una oportunidad, y me decidí por ella. Al principio comencé a tiempo parcial, pero luego me enamoré”.
Actualmente no es solo la primera mujer negra que fabrica vino en Sudáfrica, sino una de las vinicultoras más famosas en su país. En 2009 Biyela fue reconocida “Mujer vinicultora del año en Sudáfrica” y ella es una jueza frecuente en competencias relacionadas con la industria del vino. Incluso ha creado su propia marca Aslina (en inglés), que lleva el nombre de la abuela que la crio y que le sirve de modelo espiritual.
Siendo mujer negra “mis desafíos eran diferentes a los de otras mujeres vinicultoras”, dice Biyela, al recordar que los visitantes de la primera fábrica de vino donde comenzó su carrera se sorprendían al enterarse que la vinicultora residente era una mujer, y negra.
Ella acredita su perseverancia a su crianza y a su sentido del hogar “que sirve de arraigo y fuerza, y luego uno puede salir al mundo”.
Reconoce cómo una inesperada oportunidad cambió su vida y Biyela está devolviendo a su comunidad como miembro de la junta directiva de la Academia Pinotage para el Desarrollo de la Juventud. La academia ofrece a los jóvenes de entornos desfavorecidos la posibilidad de entrenarse y conseguir trabajo en la industria vinícola.
Mucha de esta gente joven inicialmente pensaba que el éxito de Biyela era inalcanzable para ellos. “Pero ellos entienden de dónde vengo y se dan cuenta que también pueden lograrlo”, dice. Ella les aconseja, a ellos tanto como a otros que quieren empezar un negocio “que es importante no olvidar la razón por la que uno desea hacer algo, porque eso es lo que lo impulsa a uno como persona … y esa es la clave principal para su negocio”.
Como empresaria pionera Biyela también les dice a los aspirantes que deben conocer su “río”, o fuente de energía, de manera que cuando estén sedientos sepan dónde ir para revitalizarse.
“Cuando uno es joven, cuando se comienza a trabajar, se olvida que necesitamos una recarga. Seguimos haciendo y haciendo cosas, sin buscar avituallamiento, y esa es la razón por la cual mucha gente a veces acaba con una crisis nerviosa o algo parecido. Es importante saber en qué momento uno necesita recargarse”, dice.