California luchó contra la contaminación atmosférica y ganó. Para hacerlo, el estado utilizó estas armas: nuevas tecnologías, legislación local y estatal, e incentivos económicos para los residentes y las empresas.

Hoy California es un modelo para gobiernos en Estados Unidos y en todo el mundo que viven con aire contaminado. Su historia se basa en la adopción de medidas locales a fin de resolver problemas con más agilidad que las políticas nacionales.

Al expandirse la ciudad de Los Ángeles después de la Segunda Guerra Mundial, y aumentar la cantidad de habitantes, vehículos y fábricas, se tornó difícil para sus residentes respirar. Se les irritaban los ojos. Se les inflamaban los pulmones. La gente se enfermaba. No era solo Los Ángeles. El esmog se arrastraba a lo largo del Valle Central de California y de la costa, alrededor de otras ciudades y las zonas aledañas.

Una de las primeras actuaciones de la ciudad fue prohibir la incineración de basura al aire libre, algo habitual en los patios traseros de las casas. Conforme se desarrollaron nuevas tecnologías para los automóviles, el estado estableció el uso de catalizadores y de gasolina sin plomo para los autos. Las primeras normas de calidad del aire se estipularon en 1959, y las localidades comenzaron a verificar la calidad del aire e informar sobre esta a los residentes de las ciudades del estado.

Incluso en 1958, Los Ángeles tenía días de esmog frecuentes (© AP Images)
Foto histórica de la ciudad cubierta de esmog (© AP Images)

Esto hizo que los ciudadanos tomaran conciencia. Dada la frecuencia de los días de “alerta roja” —en los que los niños no pueden jugar afuera, se desaconseja la realización de actividades intensas al aire libre, y se recomienda que los ancianos no salgan a la calle— los residentes comenzaron a abogar por la adopción de políticas de aire limpio. A medida que la gente aprendía más acerca de la contaminación del aire y sus efectos en la salud, los funcionarios modificaron las normas de calidad del aire y establecieron más medidas destinadas a reducir la contaminación. A partir de la década de 1960 mejoró la calidad del aire gracias a la adopción de normas más estrictas para las emisiones de los vehículos, la realización de pruebas de emisiones, la mejora de los dispositivos contra el esmog y de los combustibles para automóviles.

Las tecnologías del siglo XXI posibilitaron el uso de energías renovables y prácticas de construcción más ecológicas. Las devoluciones de impuestos (en inglés) federales y del estado para la construcción residencial y comercial no perjudicial para el medio ambiente, las instalaciones de energía solar y los vehículos híbridos o eléctricos (en inglés) han sido incentivos exitosos. Aunque sigue habiendo problemas graves de contaminación del aire (el ozono en la superficie de la tierra sigue siendo alto), hoy el aire de Los Ángeles es más limpio y la gente está más sana (en inglés).

Hoy la calidad del aire de Los Ángeles es mucho mejor, y las cercanas montañas de San Gabriel se ven con claridad. (© AP Images)
El centro de la ciudad con las montañas de fondo (© AP Images)

Resultados saludables

V. Ramanathan, que dirige el Centro de Ciencias Atmosférica del Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de California, en San Diego, dijo hace poco a un grupo de planificadores de energía limpia de India y de Estados Unidos que entre 1990 y 2010 las emisiones de California aumentaron solo el 4 por ciento debido a las políticas de descarbonización. Al tiempo que la población aumentó en un 30 por ciento y el PIB creció en un 54 por ciento, según agregó.

“Derriba todos los argumentos que plantean los escépticos, respecto a que la descarbonización va a arruinar la economía. California dice que no… la economía creció”, lo que se reflejó en 100.000 puestos de trabajo, afirmó.

Modelo para el país y para el mundo

“California tiene un estatus especial”, dijo Rashid Shaikh del Instituto de Efectos en la Salud. Es capaz de coordinar los niveles de gobierno, del local al nacional, y ha ayudado a diseñar políticas eficaces a nivel nacional, porque las políticas de California funcionan. Shaikh citó evidencias de estudios recientes (en inglés) que indicaban que, con la reducción de la contaminación del aire alcanzada gracias a las tecnologías de diésel limpio, mejoró la salud en los vecindarios más afectados.

Fuente: Índice de innovación ecológica de California de “Next 10”. Datos de la Comisión de Energía de California y la Administración de Información Energética de Estados Unidos. Análisis de “Collaborative Economics”.
Gráfico informativo: porcentaje del total de electricidad generada a partir de fuentes renovables, 2012 (Next 10)

El grupo Next 10 (en inglés), fundado por el capitalista de riesgo F. Noel Perry para dedicarse a “la intersección entre la economía, el medioambiente y la calidad de vida”, proporciona datos que inspiran a que se tomen más medidas. Su Índice de innovación ecológica 2015 (en inglés), compara California con los países mayores emisores de gases de efecto invernadero, ubica al estado entre los 10 primeros por su uso de energía sostenible y en el penúltimo lugar en el caso de las emisiones de carbono.

Y la Junta de Recursos de Aire de California (en inglés), en su último inventario de emisiones de gases de efecto invernadero, muestra que el estado está en camino de reducir las emisiones a los niveles de 1990 para el año 2020.

De cara al futuro

Matt Petersen es director general de sostenibilidad de Los Ángeles. (Foto cedida)
Retrato de Matt Petersen sonriendo (Foto cedida por Matt Petersen)

Si bien la ciudad de Los Ángeles y el estado de California pueden estar orgullosos de su avance, la calidad del aire de Los Ángeles sigue siendo la peor de Estados Unidos. No obstante, Matt Petersen, el funcionario jefe de sostenibilidad de la ciudad, es optimista. Prevé utilizar las últimas tecnologías para continuar la limpieza de los gases de escape de los vehículos, las fuentes de energía, la construcción de edificios y los comportamientos. Y entre los objetivos del plan de ciudad sostenible de 2015 de Los Ángeles se cuenta la eliminación del uso de carbón por completo y el aumento del 50 por ciento de los vehículos que no producen emisiones para el año 2025.

Petersen, quien anteriormente fue director ejecutivo de Global Green USA (en inglés),  ha viajado por todo el mundo para compartir las lecciones aprendidas en California. Aconseja a los vecindarios que se asocien con otras jurisdicciones locales, con empresas y con organizaciones no gubernamentales para limpiar el aire. Cuando se le pregunta qué mejora la calidad del aire rápido, menciona estas soluciones:

  • Eliminar los ineficientes motores de dos tiempos, como las cortadoras de césped y los artefactos para soplar y acumular hojas.
  • Reemplazar los sucios camiones de diésel por motores de combustión más limpia.
  • Imponer restricciones de tráfico en los días de mucho esmog.
  • Verificar la calidad del aire e informar al público sobre ella.

Al colaborar con otros países —como Canadá, China, India y México— en la resolución de los problemas ambientales, los funcionarios de California hacen que las políticas ambientales sean atractivas para los emprendedores e inversores. Y eso aporta nuevos empleos y mejora el aire que se respira.