“Es muy útil tener en cuenta que has de fracasar”, afirma Evan Burfield, cofundador de la incubadora de pequeñas empresas 1776, en Washington. Anticipar los tropiezos, afirma, permite crear la capacidad de sobrepasarlos y superar la frustración que surge.
Si sabes fracasar, entonces es posible que puedas tengas éxito. Burfield, que conoce la frustración, compartió sus criterios en una conversación electrónica (en inglés) con el Departamento de Estado.
Trabaja sin descanso para encontrar inversionistas que apoyen a las empresas incipientes que auspicia en 1776. Ha aprendido que a muchos inversionistas solamente les interesan empresas incipientes asentadas en el Valle del Silicio (Silicon Valley) o Nueva York. A pesar de ello él les habla de empresas internacionales dedicadas a los problemas sociales.
Durante mucho tiempo Burfield se topó con el escepticismo y salía con las manos vacías, pero persistió: “Uno no puede permitir que su estado emocional se interponga en el camino hacia donde uno quiere liderar a su organización”, dijo. Finalmente un inversionista le dijo que sí y esa única respuesta positiva le dio a Burfield más credibilidad, abriendo la puerta a otros inversionistas dispuestos a firmar.
Burfield comparte estos datos sobre cómo lograr ser propietario de un negocio:
¿Tienes aquello que se necesita?
Los empresarios aceptan problemas complejos y crean soluciones nuevas. Así te conviertas o no en un dueño de un negocio, estos conocimientos pueden servir de mucho. “Enseñar empresariado a los jóvenes hoy día no solamente es para potenciarlos y que puedan establecer su propio negocio”, afirma Burfiled. “Se trata … del conjunto de destrezas que necesitarán para ser eficaces en una economía cambiante”.
¿Tienes una idea? Explícala claramente.
Una comunicación clara incluye la hoja de balance básica de tu negocio. “Tienes que estar capacitado para hablar sobre la cantidad de dinero que estás ganando, cuánto dinero gastas y si estás generando ganancias”, dijo Burfiled. Incluso la mejor idea puede no impresionar a cualquiera que no tenga esos detalles, así que habla de ello.
¿Cuán bien conoces a tus clientes?
Definir con bastante precisión a tu cliente puede imbuir vida a tu idea del negocio, agrega Burfiled. Si tratas de servir a todo tipo de consumidores, fracasarás. Establece relaciones con las personas en una franja estrecha de clientes, especialmente al abrir tu negocio. Burfiled ha utilizado como ejemplo: “Facebook comenzó como un medio por el cual estudiantes universitarios en un subgrupo de colegios universitarios podían compartir fotografías entre ellos. Se dieron cuenta del éxito de este uso y en ese segmento al que apuntaban, y a partir de ahí siguieron creciendo, a partir de definir quién era su cliente”.
Consulta otras ideas de Burfield sobre cómo lanzar tu propia empresa incipiente, incluyendo la creación de la presentación perfecta, cómo recaudar capital y cómo hacer crecer tu negocio.