En la periferia de la Bienal de La Habana, el festival artístico aprobado por el gobierno de Cuba, los artistas cubanos protestan contra una ley reciente que los obliga a conseguir permisos del gobierno para actuar, vender o exhibir sus obras, de acuerdo con un artículo (en inglés) de Reuters publicado por La Voz de América.
El festival es una muestra de arte de un mes de duración que se realiza cada dos años en los museos, galerías y espacios públicos de La Habana. La decimotercera edición tuvo lugar del 12 de abril al 12 de mayo.
La ley, Decreto 349, estipula que los artistas deben pertenecer a una organización autorizada por el Estado que regule las remuneraciones por las actuaciones y los precios de las obras de arte. La venta de arte o la actuación por dinero sin contar con el permiso del gobierno cubano, es un delito. Todo aquel que pague a un artista por su trabajo sin un permiso, estará sujeto a multas y la obra será cancelada, confiscada o destruida.

“Aquellos que han protestado contra el decreto o se han atrevido a realizar exposiciones y actuaciones independientes que el régimen considere ‘contrarrevolucionarias’, han sido encarcelados”, dijo el vicesecretario de Estado adjunto Jon Piechowski. “Los artistas cubanos son celebrados en todo el mundo y muchos consideran una humillación esta violación a su libertad de expresión”.

El escenario artístico independiente de Cuba está boicoteando la XIII Bienal de La Habana y exhibiendo obras realizadas sin autorización, incluyendo algunas que, de acuerdo al Decreto 349, violan las provisiones legales que regulan el desarrollo normal de la sociedad cubana en materia cultural.

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