Ya sea en los tebeos o en las novelas gráficas, o incluso en la pantalla grande, los superhéroes de hoy en Estados Unidos, como sus propios creadores, son tan diversos como el propio país.

En 1966, “Black Panther” (Pantera Negra), el primer superhéroe afroestadounidense en un cómic, hizo su debut en la serie de “Los 4 Fantásticos” (Fantastic Four, en inglés) de la editorial de cómics Marvel. Fue seguido “El Halcón” (Falcon, 1969), también de Marvel, por Luke Cage (1972) y Black Lightning (“Relámpago Negro”, 1977), de la editorial DC Comics, el primer superhéroe integrado en la corriente principal dibujado por el artista negro, Trevor Von Eeden, nacido en Guyana, que abandonó los estudios de medicina para darle vida al personaje “Black Lightning”.
A medida que la ampliación del Internet empoderaba a los pequeños impresores, y a los que realizaban sus propias publicaciones, los novelistas gráficos y los artistas gráficos mostraban un caleidoscopio de nuevos superhéroes.

En la década de 1990s, Rafael Navarro se presentó con Sonámbulo (en inglés) un detective privado latino con destrezas increíbles, que se mueve en el bajomundo sobrenatural. Su colega y artista Richard Domínguez se presentó con El Gato Negro (en inglés), que combate contra las pandillas que trafican con drogas ilícitas. Su primer número se vendió en su totalidad.
“Fuerza Tribal” (Tribal Force, en inglés) de Jon Proudstar, del año 1996, es considerada como la primera serie de libros de cómics hechos por un indígena de América del Norte. Se trata de cinco jóvenes que tienen poderes sobrenaturales para proteger a sus tierras de un gobierno poderoso y altamente tecnológico.
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En la década del 2000, Jay Odjick, un indígena algonquino, creó una serie de historietas y luego una novela gráfica sobre Kagagi, (“El Cuervo”, en inglés). El Cuervo es un chico de 16 años anclado en la cultura anishinaabeg, que se convierte en el que salva a su pueblo de una criatura maligna.
Tanto Proudstar como Odjick dijeron que esperaban contrarrestar los estereotipos de los indígenas de América del Norte.

Los artistas estadounidenses de origen asiático aprovecharon la oportunidad de “usar el prisma” de los tebeos de superhéroes para iluminar las muchas facetas de la experiencia como estadounidenses de origen asiático”, dice Keith Chow. En 2009 coeditó una antología sobre un superhéroe estadounidense de origen asiático, titulada “Identidades Secretas” (Secret Identities, en inglés) y tres años más tarde un segundo volumen titulado Shattered (“Hecho pedazos”).
En 2014, la más reciente edición de la serie “Ms. Marvel” (en inglés) de Marvel Comics, presenta a una niña musulmana que vive en Nueva Jersey. Fue el título digital número uno en ventas para la editorial Marvel en 2014.
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