Estados Unidos ayuda a los países centroamericanos a mejorar su sector agrícola y reducir la pobreza. Los pequeños agricultores de El Salvador, por ejemplo, pudieron aumentar sus ventas en 147 millones de dólares durante cinco años por medio de un programa de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. En Honduras, la inversión estadounidense en pequeñas granjas ha sacado a casi 90.000 personas de la pobreza extrema desde 2011.