Bienvenido a Estados Unidos. Ahora espere un minuto.

Hacer largas colas es un hecho de la vida para los pasajeros aéreos. La espera para pasar seguridad para partir en un vuelo puede ser frustrante. La miseria se agrava para los viajeros que están en pleno cambio de zona horaria que quizá acaben de llegar de un vuelo de ocho horas y descubren una fila serpenteante en la ventanilla de inmigración que prolongará una o dos horas su jornada.

Los  aeropuertos y las aerolíneas dicen que a ellos esto les gusta tan poco como a sus clientes, y el Servicio de Aduanas y  Protección Fronteriza de Estados Unidos también dice que esas esperas no son de su agrado.

Los vuelos internacionales traen a Estados Unidos 300.000 pasajeros y tripulantes. Los números hacen que las agencias federales de Estados Unidos y las autoridades locales e independientes que gestionan los aeropuertos colaboren en un nuevo sistema que ayude a los visitantes a pasar más rápido por la aduana.

Actualmente más del 40 por ciento de las llegadas internacionales van directamente a los quioscos azules de autoservicio de “Control Automatizado de Pasaportes” para escanear sus documentos y responder las preguntas normales que hace la aduana. Luego se toman una autofoto con propia la máquina que se imprime junto a la información en un recibo que el pasajero entrega directamente a un funcionario de aduanas.

Los ciudadanos de Estados Unidos y Canadá y los residentes legales permanentes, pueden usar los quioscos. También los pueden usar los visitantes de 38 países con acuerdos recíprocos de exención de visados con Estados Unidos, entre ellos países europeos, Australia, Nueva Zelandia, Chile, Brunei y Corea del Sur. A los visitantes de esos países se les toman las huellas dactilares electrónicamente en los quioscos.

Actualmente ya hay más de 1.300 quioscos en 34 aeropuertos de Estados Unidos y en otros ocho países donde los pasajeros pueden pasar la aduana de Estados Unidos antes de abordar sus vuelos. Es rápido y gratuito, a diferencia del programa de “Entrada Global” en el que los viajeros deben apuntarse con anticipación y pagar 100 dólares.

Jennifer Evanitsky, portavoz de la agencia aduanera, dijo que los quioscos ya han sido usados en más de 95 millones de ocasiones desde que el programa fuera inaugurado en 2013, y que el tiempo de espera ha disminuido en casi unl 27 por ciento en algunos aeropuertos.

Cada uno de los quioscos cuesta entre 35.000 y 50.000 dólares y su compra y mantenimiento están a cargo de los aeropuertos y no del gobierno y se considera un servicio del aeropuerto a sus clientes. El aeropuerto internacional O’Hare de Chicago, el primero en Estados Unidos en utilizar los quioscos, ha gastado varios millones de dólares en su compra.

Un hombre con traje cerca de los quioscos para procesar pasaportes en un aeropuerto (Servicio Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos)
Quioscos para el control automatizado de pasaportes en el aeropuerto internacional O’Hare en 2013 (Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados)

“Absolutamente vale la pena”, dice Charles Goedken, gerente de operaciones internacionales en el aeropuerto internacional Tacoma, en Seattle. “Si los pasajeros que van a Denver desde Hong Kong pueden pasar más rápido por Seattle de los que les cuesta hacerlo por Los Ángeles, con lo cual la aerolínea puede ofrecer y vender mejor su boleto”.

Los quioscos han disminuido la cantidad de pérdida de conexiones, que hacen que los visitantes pierdan un valioso día de vacaciones, o que no lleguen a una importante reunión.

Dan Agostino, director adjunto de aviación en el aeropuerto internacional de Miami, que ha visto reducirse los tiempos de espera incluso cuando los vuelos internacionales han aumentado drásticamente, dijo que “hacer pasar [a los pasajeros] por la aduana es algo muy importante para nuestro aeropuerto. No se puede tener a alguien dos horas haciendo fila por que perderá un vuelo”.