Para Blake Haxton, remar es mucho más que hacer carreras en botes

Hace seis años Blake Haxton era un hábil remero adolescente en Columbus (Ohio), y fue reclutado por los mejores equipos universitarios de Estados Unidos. Luego los médicos le informaron que los dolores en sus piernas se debían a una enfermedad llamada “fascitis necrotizante”, comúnmente conocida como “la enfermedad que se come la carne”.

La enfermedad casi le cuesta la vida y motivó que le amputaran las piernas. Estuvo un mes en estado de coma y soportó 20 operaciones quirúrgicas, antes de que la infección pudiera ser controlada.

Haxton supuso que el remo se había terminado para él, el deporte en el que el asiento del atleta resbala, teniendo que pisar fuerte en pedales e impulsar los remos en el agua utilizando la fuerza de sus piernas.

Fue su familia la que no le permitió rendirse. “Tú no elegiste esto, pero no importa”, recuerda Haxton que le dijo su hermano. Para Haxton, el comentario de su hermano fue un punto de retorno. Comenzó a experimentar con una máquina de remar y con el remo paraolímpico. Le parecía un deporte completamente nuevo, pero al mismo tiempo le daba “la sensación de liberarse”, dijo.

La comunidad de remeros también se puso de su lado. Durante los 100 días que pasó en el hospital recibió la visita de antiguos entrenadores, colegas de equipo e incluso de Jason Read, un miembro del equipo de remo de Estados Unidos en 2004.

Tuit:
U.S. Paralympics @USParalympics
Luego de sobrevivir a una enfermedad que destruye los tejidos, Blake Haxton está de vuelta en el agua http://uspara.us/1fIK5ln (en inglés) #RoadtoRio
15:47 horas – 27 de agosto de 2015

Con este apoyo respaldándole, Haxton siguió trabajando y mejorando. Ahora, en lugar de un bote para ocho personas se entrena en un casco individual más liviano y veloz, equipado con flotadores para mantenerlo firme mientras mueve el bote solamente con sus brazos y músculos de su torso y hombros. Se clasificó para el equipo de Estados Unidos menos de 12 meses después de retornar al entrenamiento.

Claramente que ha redescubierto el aguante que el deporte del remo le hizo adquirir siendo adolescente. “Cuando casi todo puede ir mal uno puede mejorar la situación esforzándose más. Puede que no se gane, puede que ni se llegue a la meta más rápido, pero todo eso hará que uno sea mejor en relación a lo que era antes”.

En 2015, Haxton logró el quinto puesto en el campeonato mundial de remo, antes de enterarse que había competido con una costilla rota.

Entre sus entrenamientos, Haxton se dedicó el año pasado a terminar sus estudios de derecho en la Universidad Estatal de Ohio. Los viernes encontró tiempo para trabajar como analista financiero en una firma de Columbus.

La camaradería en el equipo de Estados Unidos lo motiva para entrenar más duramente para las Paralimpíadas. Le gustaría que todo el mundo viera el apoyo que sus compañeros de equipo, sus entrenadores y su hermano le dan. “Es posible que yo sea el único en el bote, pero hay una gran cantidad de personas dándome impulso”, dijo.

En las Paralimpíadas de Río los remeros competirán entre el 7 y 18 de septiembre. Siga a Haxton y sus compañeros de equipo en @USRowing y @Paralympics.