Retrato de un grupo grande (© The Coca-Cola Company)
Estudiantes universitarios son parte de una asociación para un programa de negocios entre Coca-Cola, la Universidad de Indiana y el Departamento de Estado de Estados Unidos. (© The Coca-Cola Company)

Treinta y nueve jóvenes empresarios procedentes de Túnez, Marruecos, Egipto, Argelia, Jordania, Gaza y Cisjordania atribuyen su éxito profesional a una fuente única: haber completado un programa intensivo de negocios de verano de cuatro semanas de duración con apoyo de Estados Unidos en la Universidad de Indiana.

Mohammed Bendaanane, con los brazos cruzados, parado afuera (© Hicham Mzouri)
Mohammed Bendaanane (© Hicham Mzouri)

“Traté de hacer negocios a la manera estadounidense y aplicarlo y adaptarlo al sistema local en Marruecos”, dice Mohammed Bendaanane, de Rabat, Marruecos. Fue cofundador de una nueva empresa llamada Amendy Foods luego de completar el programa del Instituto Global de Negocios (GBI, Global Business Institute), patrocinado por el Departamento de Estados de Estados Unidos, Coca-Cola y la Universidad de Indiana. Casi seiscientos estudiantes han completado el programa entre 2012 y 2017.

Treinta y nueve de ellos regresaron a Estados Unidos en julio de 2018, primero a la Universidad de Indiana, luego a Washington, para recibir capacitación adicional y para compartir sus criterios sobre el programa.

Bendaanane y su socio en los negocios, una científica agrónoma, impulsan la producción de cultivos de quínoa entre los pequeños agricultores en las zonas rurales de Marruecos. Su compañía, Amendy Foods, mercantiliza y vende sus productos.

“Entre las cuestiones que el GBI me ayudó a aclarar es ‘¿porqué los negocios estadounidenses triunfan mientras tantos otros no lo hacen en el norte de África?’ y la otra “¿cómo me puedo beneficiar de la manera en que los estadounidenses hacen negocios y poderlo realizar en mi país?”.

Bendaanane afirma que el programa le enseñó con lecciones pragmáticas sobre el empresariado, incluyendo la importancia de “entender realmente las necesidades que uno trata de atender con su producto o su servicio”.

Iyad Altahrawi, Gaza

Iyad Altahrawi, rodeado por otros hombres y mujeres, parados frente a una cortina roja (© Hicham Mzouri)
Iyad Altahrawi (centro) retratado junto a otros participantes (© Hicham Mzouri)

“Mi paso por el GBI me dio ventaja sobre mis colegas”, dice Iyad Altahrawi, un encargado de programas en Gaza Sky Geeks, un grupo tecnológico en Gaza. Dice que el programa hizo de él una persona competitiva en una región en la que el desempleo es uno de los más altos en el mundo. “Ahora la gente me ve como un líder”, dice Altahrawi.

Dice que sus mentores siguen ayudándolo seis años después de haber completado el programa: “Cuando tengo que tomar una decisión importante ellos han estado dispuestos a atender el teléfono, o por Skype, para orientarme y darme consejos”, dice. Cada logro profesional “ha sido resultado directo, o indirecto, de los contactos que conocí en el GBI”, agregó.

 

El resultado de las encuestas del Instituto Global de Negocios es impresionante:
~ El 94 por ciento de los participantes consiguieron un empleo en un plazo de seis meses tras finalizar
~ Actualmente hay 103 negocios nuevos en operación
~ Se han creado casi mil nuevos puestos de trabajo
~ Más de 400 exalumnos siguen participando en actividades empresariales

Wahiba Kaddouri, Argelia

Dos mujeres paradas una junto a otra (© Hicham Mzouri)
Wahiba Kaddouri (dcha.) y Farah Alami, participante de Jordania (© Hicham Mzouri)

Wahiba Kaddouri, de Argelia, acredita a su experiencia en el GBI el hecho de haber sido contratada por una empresa de programación de computadoras cuando todavía estaba terminando sus estudios de primer ciclo universitario en ciencias de la computación.

“Buscaban a alguien con aptitud para los negocios tanto como con aptitudes técnicas, y el GBI me aportó eso”, dijo Kaddouri, que ahora es gerente de proyectos y desarrolladora de programas de computación en una empresa argelina.

Luego de completar el GBI también participó activamente en la semana de la Mujer Árabe en la Computación para ayudar a las jóvenes argelinas a participar en las ciencias de la computación. “Lo hizo gracias al GBI. Fue allí donde tuve la idea de formar parte de un servicio comunitario”.

Sinan Assaid, Jordania

Sinan Assaid sujetando un cartel y caminando junto a otros en una calle (© Hicham Mzouri)
Sinan Assaid (centro) participa en un desfile del 4 de julio en Bloomington (Indiana). (© Hicham Mzouri)

Sinan Assaid, un estudiante de ingeniería en último curso, y que figura como el primero en su clase, dijo que el programa logró que pensara de otra manera sobre sí mismo y sobre los demás.

“El GBI me conectó por primera vez con otros árabes e hizo que nos acercáramos más y más a Estados Unidos. Este triángulo de los otros árabes, Estados Unidos y yo ha conformado la manera en que pienso y en cómo entiendo la diplomacia pública, las relaciones internacionales y las inversiones a largo plazo”.

Assaid dice que ahora participa en más actividades universitarias, incluyendo un proyecto de liderazgo juvenil de Naciones Unidas que presentó en la sede de la ONU en Nueva York en enero de 2018.

“La experiencia me impulsó mucho más allá de mis límites. No se trata simplemente de abrir puertas, sino de romper muros”, dijo Assaid.