Tiene solamente 27 años, pero la cantautora Cécile McLorin Salvant, ganadora de un premio Grammy, ya tiene críticos de música y seguidores que la comparan con Sarah Vaughan, Billie Holiday, Ella Fitzgerald y otras leyendas.
En 2010 ganó la competencia internacional del Instituto de Jazz Thelonious Monk, obtuvo un premio Grammy en 2016 por su segundo álbum “For One to Love” y se la puede escuchar cantando en una publicidad muy conocida de un perfume de Chanel.
Salvant, que nació en Miami de padres provenientes de Haití y de la Guadalupe francesa, pasó de la música barroca al blues y al jazz bajo la tutela del saxofonista y clarinetista Jean-François Bonnel en un conservatorio de Aix-en-Provence, Francia.

Tanto en pequeños cabarets como sobre los escenarios de grandes festivales de jazz desde Suiza hasta Japón, la cantante siempre luce colores vistosos y lleva unos anteojos blancos de gran tamaño, brindando una impresión inolvidable aún antes de entonar la primera nota.
La joven ha traído nuevos aires al “gran cancionero americano” que incluye a compositores como Irving Berlin, George Gershwin, Cole Porter, Stephen Sondheim, Richard Rodgers y Lorenz Hart, entre otros.
Su repertorio abarca desde la era del Jazz hasta el siglo XXI, desde “I’ve Got My Love to Keep Me Warm” y “Anything Goes” hasta “I Didn’t Know What Time It Was” y “Something’s Coming“.
Creció en un hogar rodeado de música, de óperas a canciones folclóricas, de los ritmos cubanos inspirados en África al fado de Portugal.
Sus padres, un médico y una fundadora de una escuela de inmersión francesa, la llevaron a tomar clases de piano a temprana edad. A los 10 años, después de ver en televisión un concierto de la joven prodigio galesa Charlotte Church, comenzó con su entrenamiento vocal clásico.
Cuando era adolescente, también le encantaba escuchar los álbumes de su madre en los que cantaba Sarah Vaughan, la cantante de grandes orquestas que llevó el jazz al nivel de la ópera. “Yo simplemente quería parecerme a ella todo lo que pudiera”, confesó en una entrevista en la Radio Pública Nacional en 2015.
Imitaba a otros cantantes famosos, pero “cuanto más escuchaba…más me daba cuenta de que tenía mi propio elemento personal que podía hacer”, comentó Salvant en una entrevista.

Bonnel le prestó grabaciones de cantantes de los primeros años del jazz. Salvant canta baladas tristes así como también canciones románticas, siempre dándoles un toque personal.
“No quería sonar refinada y bella”, dijo. “Siempre quise tener una cierta calidad natural en mi voz. Desearía que fuera un poco más ronca de lo que es”.
Ronca o suave, su voz ha llegado aquí para quedarse.