Estados Unidos, Georgia y Kazajistán han establecido una red de laboratorios científicos de vanguardia con el fin de mantener de forma segura patógenos peligrosos, de controlar los brotes de enfermedades infecciosas y responder ante estos y de promover la investigación en materia de salud pública.
El Programa Cooperativo de Participación Biológica fue establecido por el Departamento de Defensa de Estados Unidos tras el robo de material biológico que podría resultar catastrófico para la salud humana y animal en caso de utilizarse en un ataque terrorista.
Después de la caída de la Unión Soviética en la década de 1990, hubo varios robos o intentos de robos de materiales biológicos mal protegidos. En particular, en 1992, un grupo de hombres armados se llevó (en inglés) muestras de microbios de peste y de cólera de un laboratorio en Sujumi (Georgia). Y en 1995, unos ladrones, motivados por el deseo de llevar a cabo un ataque terrorista biológico, según se informó, robaron cultivos de peste, cólera y ántrax en Almaty, (Kazajstán).

La red de laboratorios que se construyó en reacción a estas amenazas comprende el Centro de Investigación sobre Salud Pública Richard G. Lugar en Tiflis (Georgia), y el Laboratorio Central de Referencia (en inglés) en Almaty. Los lugares se seleccionaron con el objetivo de crear empleos para biólogos locales y brindar más seguridad a las comunidades al cerrar laboratorios existentes con equipos menos modernos. Los laboratorios de la red permiten el análisis de muestras biológicas sin los riesgos (para todo el mundo) que se generarían si se enviaran a un tercer país.
El Centro Lugar, administrado por el gobierno de Georgia, puede detectar enfermedades infecciosas con rapidez y seguridad y facilitar la respuesta rápida en caso de un brote. El Laboratorio Central de Referencia de Almaty, que se prevé que comience a funcionar en 2016 bajo dirección del gobierno de Kazajstán, también tendrá capacidad de detección y respuesta. (Para el año 2018, los respectivos gobiernos asumirán plena propiedad de los laboratorios y el financiamiento de sus responsabilidades).
Corrección de falsas acusaciones
Mientras que algunos han interpretado erróneamente el programa como un esfuerzo encubierto de Estados Unidos para desarrollar armas biológicas, los principales científicos de Kazajstán y de Georgia desmienten tales acusaciones:
- En 2014, Bakhyt Atshabar (en inglés), director del Centro Científico Kazajo de Enfermedades Zoonóticas y de Cuarentena, fue claro al dirigirse a los periodistas que visitaron la zona de construcción del laboratorio en Kazajistán, al señalar: “No habrá ningún desarrollo de armas biológicas”.
- En 2015, durante otra visita de periodistas, Zhandarbek Bekshin (en ruso), jefe médico sanitario de Kazajistán, confirmó a RIA Novosti la naturaleza exclusivamente civil del proyecto, y destacó que el Laboratorio Central de Referencia se está construyendo “en el marco de un acuerdo intergubernamental para mitigar las amenazas biológicas. El laboratorio “protegerá el material ya presente en Kazajistán”, declaró Bekshin. Explicó que personas que “no están interesadas en aumentar la seguridad biológica de Kazajistán” están divulgando información falsa sobre el laboratorio.
- El doctor Amiran Gamkrelidze (en inglés), director general del Centro Nacional de Control de Enfermedades y Salud Pública de Tiflis, que dirige el Centro Lugar, consideró “completamente absurdas” las afirmaciones rusas respecto de que era parte de alguna operación de Estados Unidos de desarrollo de armas. Gamkrelidze señaló (en ruso) que el laboratorio colabora de forma activa con Europa, Estados Unidos y países vecinos en proyectos conjuntos de investigación científica y recibiría de buen grado nuevas propuestas de investigación.
- En 2015, Batu Kutelia (en inglés), antiguo embajador de Georgia en Estados Unidos y secretario adjunto del Consejo de Seguridad Nacional de Georgia, publicó un artículo en el que desmentía las acusaciones rusas de que el Centro Lugar era una amenaza para la salud de los ciudadanos de Georgia. Precisamente lo contrario, dijo Kutelia. El Centro Lugar “ayuda a proteger a los ciudadanos de Georgia contra las epidemias y las enfermedades infecciosas, promueve el desarrollo económico y agrícola y contribuye a la seguridad mundial”.

Los funcionarios de Georgia y Kazajstán les han brindado a periodistas, científicos y funcionarios extranjeros acceso regular a los sitios. Después de recorrer el Centro Lugar en agosto de 2013, Alexander Rogatkin, un periodista ruso del canal de televisión estatal Rossiya, informó que no se estaban produciendo armas biológicas (en ruso) en las instalaciones y aseguró al Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia que no tenía ningún motivo de preocupación. Rogatkin se mostró sorprendido con el comportamiento abierto de los directores del laboratorio al responder a todas sus preguntas.
El embajador checo en Georgia, Ivan Jestrab también recorrió el Centro Lugar (en inglés) con otros diplomáticos en septiembre de 2013 y señaló que recibieron a su grupo con una “transparencia extraordinaria”. Pudieron hacer todo tipo de preguntas y ver en el laboratorio todo lo que quisieron. “Estoy seguro de que este centro científico está exclusivamente dedicado a la investigación pacífica”, dijo Jestrab.