Educar a las niñas es realmente, realmente importante.

He aquí una razón: el Banco Mundial dice que cuando un país en desarrollo incrementa la cantidad de mujeres con educación secundaria el ingreso per cápita de ese país también aumenta.

¿Quieren más razones? Se trata de mejorar la salud y contar con una mayor seguridad para las mujeres y sus familias.

La década pasada ha visto a más niñas de los países en desarrollo asistir a la escuela primaria – actualmente el 87 por ciento lo hace. Pero menos de cuatro de cada diez se gradúan de la escuela secundaria.

¿Qué se puede hacer para que las mujeres jóvenes permanezcan en la escuela?

Abrir escuelas donde las chicas puedan llegar

Con frecuencia en las áreas rurales las escuelas están lejos de las casas de las niñas. Un estudio de UNICEF halló que más del doble de las niñas egipcias asistieron a la escuela cuando las aulas estaban a un kilómetro o menos de su casa, a diferencia de cuando estaban a tres kilómetros de distancia.

(USAID)

Hacer que las niñas estudiantes estén seguras

Las niñas que recorren largas distancias a la escuela son vulnerables al hostigamiento e incluso al ataque. Y donde la educación femenina es rechazada las niñas pueden verse sometidas a la intimidación incluso en las clases y en los alrededores. Las comunidades que trabajan para garantizar la seguridad de sus niñas en la escuela mejoran los resultados académicos.

(USAID)

Entrenar a los docentes a estar atentos a los estereotipos

Algunas veces los profesores y los textos escolares refuerzan la idea de que las niñas son menos inteligentes que los niños, o solamente muestran imágenes de niñas y mujeres haciendo tareas domésticas y prestando cuidados. Los maestros entrenados para contrarrestar los estereotipos ayudan a las niñas a descubrir oportunidades. Y cuando una escuela emplea una considerable cantidad de mujeres docentes disminuye la discriminación contra las niñas y les permite contar con modelo para actuar.

(USAID)

Aliviar la carga de trabajo en el hogar

En el mundo en desarrollo son las mujeres las que tienen a cargo la mayor parte de las tareas domésticas. Es por ello que a muchas niñas se les hace quedar en casa y no van a la escuela. Repartir el peso de las tareas entre todos los miembros de la familia facilita el éxito de las niñas.

(USAID)

No permitir que la menstruación frene la educación

En muchos países en desarrollo, especialmente en las áreas rurales muchas niñas no van a clases durante su período menstrual porque no tienen acceso a compresas sanitarias o agua corriente. En Uganda la portavoz del Parlamento ha lanzado una campaña para facilitar el acceso a las compresas sanitarias para mantener a las niñas en la escuela.

(USAID)