A mediados del siglo XX los países estaban acelerados en una carrera para fabricar armas nucleares y la perspectiva de una guerra nuclear ensombrecía a la humanidad, amenazando su propia existencia.

Hoy, gracias al Tratado de No Proliferación Nuclear, ese futuro gris nunca llegó a ocurrir. La cantidad de países con armas nucleares sigue siendo muy pequeña y la cantidad de armas nucleares en el mundo se ha reducido.

El Tratado de No Proliferación se ha convertido en la piedra angular del régimen de no proliferación nuclear, fortaleciendo la paz y la seguridad internacional, y evitando la futura expansión de las armas nucleares”, dijo el presidente Obama (en inglés) en ocasión del 45 aniversario del tratado. “Los arsenales nucleares mundiales están su nivel más bajo desde la década de 1950”.

El tratado, promulgado el 5 de marzo de 1970, es el único acuerdo internacional vinculante destinado a frenar la proliferación nuclear. Con 190 miembros tiene el apoyo más amplio que cualquier otro tratado para el control de armas en la historia.

Los países que se sumaron al tratado acordaron estas medidas:

  • Frenar la expansión de las armas nucleares.
  • Impulsar la cooperación para el uso pacífico de la energía nuclear.
  • Proseguir con negociaciones de buena fe para lograr el desarme nuclear.

Estados Unidos está plenamente comprometido al cumplimiento de sus obligaciones con el tratado, así como a fortalecer el régimen de la no proliferación nuclear”, dijo el secretario de Estado John Kerry (en inglés).

La novena Conferencia para el Examen del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares comenzará el 27 de abril en Nueva York. Los países que son parte del acuerdo se reúnen cada cinco años para evaluar su aplicación y dialogar sobre la manera de resolver futuros desafíos.