Los cientos de miles de personas que abandonaron Nueva Orleáns después de que el huracán Katrina azotara la ciudad en agosto de 2005 podrían calificarse de ser los primeros estadounidenses refugiados a causa del cambio climático. La mitad de la población mundial vive a orillas del mar o en zonas costeras, lo cual hace que el aumento del nivel del mar, como el que contribuyó a la destrucción de la ciudad conocida como “the Big Easy” hace 10 años sea un asunto de gran preocupación.

Nueva Orleáns comparte los desafíos que enfrentan muchas de las ciudades más vulnerables del mundo. Gran parte de su territorio se encuentra por debajo del nivel del mar (en inglés) y ya ha sufrido demasiadas inundaciones. Al irse esta ciudad recuperando del huracán Katrina, su reconstrucción se está llevando a cabo de una manera segura, sostenible y económica.

La inundación costera producida por Katrina fue superior a la capacidad que podían soportar los diques de la ciudad. Como consecuencia, más del 80 por ciento de Nueva Orleans quedó sumergida. La tormenta se cobró la vida de más de 1.800 personas, causó daños por 75.000 millones de dólares y dejó a más de 100.000 personas sin hogar.

Los planificadores urbanos saben que se aproxima otra gran inundación. Estas son algunas de las maneras en las que se están preparando para ello:

  • Traslado de viviendas de zonas bajas a terrenos más altos.
  • Conversión de tierras no utilizadas en parques y huertas urbanas que crean sistemas de control natural de inundaciones y que brindan a la comunidad áreas recreativas y fuentes locales de alimentación.
  • Recuperación de los humedales costeros, que actúan como barrera contra las inundaciones costeras (en inglés) y absorben los excedentes de agua.
  • Construcción de una barrera frente a la ciudad para frenar la marejada y renovación de malecones y diques.
  • Desvío de las aguas de inundación hacia áreas deshabitadas.
  • Mejora del seguimiento de las tormentas y de los sistemas de alerta y aplicación de mejores planes de respuesta y recuperación ante emergencias.