Elise Stefanik es prueba de que la juventud no es barrera para el éxito político. A la edad de 30 años es la mujer más joven elegida al Congreso hasta ahora.
Durante sus primeros días como congresista, el personal del Congreso le pedía constantemente que mostrara su credencial, sorprendidos al ver que alguien tan joven es miembro del Congreso. La constitución de Estados Unidos establece los 25 años como la edad mínima para que una persona sea miembro de la Cámara de Representantes (30 años es la edad mínima para ser miembro del Senado).
Stefanik, que representa el 21 distrito congresional del estado de Nueva York en la Cámara de Representantes, empezó a hacer campaña en 2013, desde una camioneta Ford.
“Le metió más de 100.000 millas a la camioneta. Conducía cinco horas para reunirse con media docena de personas”, dijo Russ Schriefer, el anunciante de Stefanik a la publicación Roll Call (en inglés).
Durante la campaña, Stefanik se promocionó como candidata de “nuevas ideas y de una nueva generación de líderes en Washington.”
Llegar al Congreso no fue fácil para la egresada de la Universidad de Harvard. Stefanik tuvo primero que ganar una elección primaria para obtener la nominación de su partido, el partido Republicano, para el escaño y luego derrotar a su oponente del partido Demócrata en las elecciones de noviembre de 2014.
En un Congreso en el que la edad promedio es de 58 años, Stefanik ve su juventud como una ventaja.
“Creo que se joven es un valor, porque aporto, espero, una luz de optimismo al Congreso, y una disposición a trabajar con la gente”, dijo Stefanik a la cadena informativa CBS News (en inglés).
Stefanik no es la única mujer joven que ha hecho historia política en las recientes elecciones. Saira Blair, una estudiante universitaria de 18 años de edad en Virginia Occidental, se convirtió en la legisladora estatal más joven del país en la elección de noviembre.