Al trabajar con gobiernos de todo el mundo el Consejo de Derechos Humanos de la ONU puede ayudar a crear un futuro “que sea mucho más brillante que el presente o el pasado”, dijo el secretario Kerry (en inglés) ante los representantes en la inauguración de la 28 ª sesión del Consejo en Ginebra el 2 de marzo.

En un momento en que las violaciones a los derechos humanos por parte de algunos grupos extremistas y regímenes “ha alcanzado niveles que superan la imaginación y sacuden la conciencia” Estados Unidos sigue apoyando al Consejo porque cree en su misión y sus posibilidades, añadió.

La norma moral que nos convoca a todos nosotros aquí no pertenece a ninguna nación o continente únicamente. La lucha fundamental por la dignidad ha sido una fuerza impulsora en toda la historia humana en todo el mundo, y lo que nos impulsa es un conjunto de valores y aspiraciones universales”, dijo Kerry.

Demasiada gente en demasiados lugares enfrenta realidades insoportables. No podemos aceptar eso, nosotros, todos nosotros, colectivamente, y no lo aceptamos”, dijo.

Kerry afirmó que el Consejo tiene un mandato para emprender estos cometidos con el fin de hacer del mundo un lugar mejor y más seguro:

  • Ejercer de valioso medio para recordar a cada país sus compromisos y obligaciones.
  • Responsabilizar a los países cuando fracasan en cumplir las normas internacionales.
  • Ayudar a los países a responder exitosamente a los desafíos internos en materia de derechos humanos.
  • Impulsar normas globales como la de los derechos LGBT.
  • Ofrecer a los países individuales métodos de autoevaluación, incluso por medio del proceso periódico de revisión.

Cuanto más entienda la comunidad internacional sobre violaciones específicas de derechos humanos, más grande será la presión sobre los malos actores para que cambien de rumbo. Y en ultima instancia, no siempre de la noche a la mañana, pero con el tiempo, esa presión con frecuencia se traduce en el tipo de cambio que salva vidas y amplía la libertad”, dijo Kerry.

El secretario también criticó al Consejo por dedicar demasiada atención a Israel. “Cuando se trata de derechos humanos ningún país puede estar libre de escrutinio, pero tampoco ningún país puede ser sometido a prejuicios injustos o sin fundamento”, aseveró.