En la cancha, Tamika Catchings descubrió un increíble sexto sentido

Debido a los aparatosos y pesados audífonos que Tamika Catchings debía usar, le resultaba difícil encontrar amigos cuando era pequeña y vivía en las afueras de Chicago, en la década de 1980.

Las despiadadas burlas de los abusadores a veces la hacían volver llorando a casa cuando iba a escuela primaria. “Lo único que quería era ser normal”, dijo. En el tercer grado, estaba tan harta que se quitó los audífonos y los tiró en un campo.

“Muchas veces quise darme por vencida, pero mi mamá siempre me hacía volver a salir, como una especie de declaración que afirmaba: ‘No, no voy a dejar que te rindas'”.

Así se sentía Catchings antes descubrir los deportes. Como atleta, entrenaba más que cualquiera de sus compañeros… y a medida que mejoraba, los mismos niños que la habían acosado en el patio de juegos comenzaron a elegirla primero para los equipos deportivos.

Hoy es una superestrella, juega para las Indiana Fever, de la Asociación Nacional de Baloncesto Femenino (WNBA, en inglés), y se prepara para sus cuartos juegos olímpicos. Ganó medallas de oro en 2004, 2008 y 2012 como miembro del equipo olímpico femenino de baloncesto de Estados Unidos. La WNBA la ha nombrado diez veces entre sus mejores jugadoras como parte del equipo “de estrellas”, y fue votada como jugadora más valiosa de la liga en 2011.

Catchings dice que llegó a donde está hoy porque convirtió sus problemas auditivos en una herramienta para enfocarse. Al jugar al baloncesto sentía que podía anticipar cada uno de los movimientos de sus oponentes: “En la cancha, en realidad es mi sexto sentido”.

Nace una estrella

Catchings siguió los pasos de sus héroes de la niñez y de su padre, Harvey, que jugó en la asociación nacional de baloncesto profesional entre 1974 y 1985.

Tamika Catchings y Maya Moore luchan por la pelota de baloncesto (© AP Images)
Tamika Catchings, al frente, dice que ya no considera su pérdida de audición como una discapacidad. (© AP Images)

Su entrenadora universitaria, la legendaria y ya fallecida Pat Summitt, de la Universidad de Tennessee, percibió en su superestrella potencial más allá del baloncesto. Creía que Catchings podía ser una inspiración para otros niños.

Cuando Catchings comenzó la Universidad en 1997, dice, “No aceptaba mis diferencias y las veía como si fueran algo de lo que me tuviera que avergonzar”.

Pero Summit afirmó que podía cambiar esa conversación. Catchings recuerda que le dijo: “mira, tienes una oportunidad de marcar una diferencia en el mundo”.

Al compartir su historia, Catchings ha llegado a miles de niños que luchan contra los efectos del acoso escolar; su fundación Catch the Stars (en inglés) es sede de programas de mentoría y alfabetización para niños desfavorecidos en su ciudad natal, Indianápolis.

Catchings, que ahora tiene 36 años de edad, se retirará del baloncesto profesional en 2016 así que las Olimpiadas de Río serán una experiencia para saborear. “Esta vez realmente quiero disfrutarlo”, dijo. “Este es el momento”.

Puedes seguir a Tamika Catchings en @Catchin24. En Río puedes seguir a tus equipos favoritos en el torneo de baloncesto femenino entre el 6 y el 20 de agosto.