Crear confianza en la seguridad y eficacia de las vacunas contra COVID-19

Una mujer sostiene tarjeta de vacunación (© UNICEF/Mach)
Bushai Ayat Othou recibió una dosis de la vacuna contra COVID-19 tras asistir a una sesión informativa de UNICEF en Sudán del Sur sobre la seguridad de las vacunas. (© UNICEF/Mach)

Cuando Bushai Ayat Othou se enteró de que las dosis de la vacuna contra COVID-19 estarían disponibles en Sudán del Sur, se sintió eufórica. Pero los rumores y la desinformación no tardaron en despertar su preocupación.

Una sesión de UNICEF para desmentir mitos, celebrada en la región de Malakal, dio a Othou confianza en la vacuna y se vacunó el primer día que estuvo disponible. “Vimos a otras personas que se habían vacunado, así que nos lo tomamos en serio”, dijo Othou, madre de cuatro hijos, sobre la sesión organizada por UNICEF, asociado al gobierno de Estados Unidos.

El presidente Biden ha calificado a Estados Unidos de ser el “arsenal de vacunas” para el mundo. Estados Unidos está donando más de 610 millones de dosis de vacunas seguras y eficaces a países y economías de bajos y medianos ingresos.

Persona con equipo médico administrando vacuna a una mujer (© UNICEF/Wenga)
Una mujer recibe una dosis de la vacuna contra COVID-19 el 7 de mayo en Goma, en la República Democrática del Congo. (© UNICEF/Wenga)

Un obstáculo: Una encuesta reciente del grupo de investigaciones Gallup reveló que más de mil millones de personas en todo el mundo dudan en vacunarse contra COVID-19. Las razones varían desde la preocupación por los efectos secundarios hasta la creencia en falsos rumores de que las vacunas alteran el ADN o vuelven a las personas magnéticas.

El Dr. Dimitri Prybylski, líder del Equipo de Demanda de Inmunización de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), dijo que toda la información contradictoria puede hacer que la gente sea reacia a seguir los buenos consejos de salud pública.

Según los CDC, las vacunas contra COVID-19 han sido sometidas al control de seguridad más intenso de la historia de Estados Unidos. Decenas de miles de personas participaron en los ensayos clínicos de las vacunas contra COVID-19 y se han administrado cientos de millones de dosis seguras y eficaces.

Aunque pueden producirse efectos secundarios leves, son una señal normal de que el cuerpo está creando protección. Cualquier síntoma desaparece en pocos días. Según los CDC, es muy poco probable que se produzcan efectos secundarios graves tras cualquier vacunación, incluidas las dosis de las vacunas contra COVID-19.

Personas hablando delante de una furgoneta (© UNICEF/Sabir)
Un promotor de salud habla sobre la seguridad de las vacunas contra COVID-19 con personas del estado de Jartum, en Sudán, en mayo. (© UNICEF/Sabir)

La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) lleva a cabo campañas de información pública con gobiernos u organizaciones locales en varios países, entre ellos Guyana, India, Kosovo y Filipinas. Las campañas utilizan la radio, la televisión y las redes sociales para informar a la población sobre la seguridad de las vacunas.

USAID también forma a trabajadores sanitarios de todo el mundo, incluida la India, para que administren las vacunas de forma segura. Y sigue vigilando la seguridad de las vacunas en colaboración con los funcionarios de salud de muchos países, entre ellos Filipinas.

Estados Unidos y sus organizaciones asociadas también trabajan con líderes religiosos en países como la India, Sudán del Sur y otros lugares para fomentar la confianza en las vacunas. John Malith, un sacerdote en Tonj (Sudán del Sur), ayuda a UNICEF a educar a la población sobre la importancia de vacunarse contra COVID-19. Lleva su propio certificado de vacunación cuando habla con otras personas.

“Utilizo mi experiencia como ejemplo vivo de que la vacuna es segura”, dijo Malith. “La he recibido y no me ha pasado nada malo”.