Un oficial de policía y transeúntes con máscaras protectoras, en una calle (© Ebrahim Noroozi/AP Images)
El coronavirus ha afectado a por lo menos cinco ciudades iraníes, incluyendo la capital Teherán, donde algunos de sus residentes usan mascaras protectoras en público, el 23 de febrero. (© Ebrahim Noroozi/AP Images)

El régimen de Irán otra vez ha gestionado mal una crisis nacional al desestimar el nuevo coronavirus como “propaganda”, ignorando el daño causado por el virus en el país y fallando en tomar medidas adecuadas para frenar su propagación.

“Creo que la labor del gobierno (de Irán) controlando el virus no ha sido exitosa”, declaró el legislador iraní Ahmad Amirabadi Farahani a la prensa en febrero. “Por ahora, no he visto ninguna medida concreta del gobierno para combatir el (coronavirus)”.

La preocupación de Farahani se conoce luego que el régimen fracasara en admitir que el coronavirus estaba devastando su comunidad. Farahani dijo el 24 de febrero que 50 personas en la ciudad de Qom habían muerto a causa del coronavirus (COVID-19) y que otras 250 estaban en cuarentena en ese lugar. No obstante, en ese momento el régimen dijo que el coronavirus había causado la muerte de apenas una docena de personas en toda la nación.

Desde entonces el régimen ha elevado cantidad de muertes a 124 y reconocido que más de 4.747 personas han sido contagiadas, informó Prensa Asociada el 6 de marzo.

Foto de Pompeo gesticulando, con una cita sobre la necesidad de la verdad y la cooperación en torno al COVID-19 (Depto. de Estado/Ron Przysucha)

Sin embargo, Estados Unidos está preparado para utilizar su nuevo canal humanitario, establecido junto con el gobierno de Suiza, para ayudar al pueblo iraní a combatir el virus. Estados Unidos también se ha “ofrecido a ayudar a la República Islámica de Irán, y esperamos que el gobierno de Irán preste atención a nuestras ofertas de asistencia humanitaria y suministros médicos”, dijo el secretario de Estado de Estados Unidos Michael R. Pompeo a la prensa el 5 de marzo (en inglés).

Con ya varias semanas en crisis el régimen ha comenzado a tomar algunas medidas para limitar la propagación. Recientemente el régimen canceló las sesiones semanales de oración los días viernes, informó Radio Farda. El riesgo de contagio antes de Nowruz, el año nuevo persa, que se celebra a fines de este mes, podría perjudicar bastante a la industria turística de ese país.

Informes noticiosos confirman con firmeza la afirmación del legislador iraní de que el régimen falló en su respuesta inicial al coronavirus. Países que van desde el Líbano hasta Omán y Canadá han informado sobre sus pacientes con coronavirus que recientemente retornaron de Irán, de acuerdo a medios de comunicación. La agencia Prensa Asociada (AP) informó que la tasa de mortalidad en Irán entre los pacientes con coronavirus es la más alta que en cualquier otro país.

Por otra parte, el líder supremo de Irán, Ali Khamenei, inicialmente calificó los temores al coronavirus como “propaganda”, atribuyéndola a los enemigos del régimen. Khamenei culpó a la “propaganda negativa” por la baja de la concurrencia de votantes en la elección parlamentaria del 21 de febrero, indicó la agencia de noticias Reuters.

Asimismo, el titular del cuerpo especial del régimen para contrarrestar el coronavirus, Iraj Harirchi, también le restó importancia al riesgo del COVID-19 antes de admitir el 25 de febrero que estaba contagiado.

El engaño diario a los iraníes continúa la característica del régimen de imponer su imagen a su pueblo. En enero, los líderes iraníes negaron haber derribado un avión de pasajeros, matando a todos a bordo, hasta que la evidencia mostró lo contrario. Y en noviembre el régimen cortó el acceso a Internet para ocultar su violenta arremetida contra las protestas ciudadanas por la corrupción generalizada y la mala gestión.

Mujeres con máscaras para cirugía (© Ebrahim Noroozi/AP Images)
Pasajeros de un autobús en el centro de Teherán, Irán, con máscaras protectoras contra el nuevo coronavirus, el 23 de febrero. (© Ebrahim Noroozi/AP Images)