El 4 de febrero de 1789, George Washington fue elegido el primer presidente de Estados Unidos.

El presidente Obama enfrente de una pintura del presidente George Washington (© AP Images)

Washington sabía que sus acciones establecerían precedentes para sus sucesores. Esto era especialmente así porque la Constitución de Estados Unidos otorgó a la rama ejecutiva poderes significativos pero no especificó muchos detalles de cómo funcionaría.

Washington consideró que era importante que la Presidencia fuera lo suficientemente fuerte como para mantener unida a la nueva nación pero le preocupaba que no evolucionara en el papel de un monarca. Sus acciones lograron ambos objetivos:

  • Formó un gabinete de asesores para ayudarle a tomar decisiones.
  • Entregó el informe anual del estado de la Unión en forma de discurso pronunciado ante el Congreso.
  • Insistió en ser llamado “Sr. Presidente” en lugar de “Excelencia” o “Alteza”.

El precedente más importante fue el acto final de Washington como Presidente: Dimitió después de completar dos términos presidenciales. Fue presionado para servir un tercero, pero creía que una transición pacífica del poder a un presidente electo redundaría en el mejor interés del país. Fue por esta decisión que rey Jorge III de Gran Bretaña calificó a Washington de ser “el hombre más grande del mundo”.