Los monzones desbordan los grandes ríos de Bangladesh todos los años, con frecuencia con resultados desastrosos.

Cuando el ciclo de inundaciones coloca a 80 millones de personas en riesgo, los meteorólogos como Amirul Hossain tienen una misión vital: que la gente reciba advertencias precisas lo antes posible.

Tiene una ventaja única respecto a los ríos de Bangladesh: “Por primera vez, estamos mirando al firmamento … para generar previsiones sobre las inundaciones”, dijo en una entrevista.

Aldeanos en Bangladesh pasan materiales de construcción en una cadena humana para reconstruir un embarcadero inundado (© AP Images)

Un satélite llamado Jason-2 ha cambiado la imagen para Hossain, el ingeniero jefe del Centro de Previsión de Inundaciones y Alertas de Bangladesh. En el pasado, los datos de los sensores de los ríos de Bangladesh podían ayudar a predecir inundaciones peligrosas con tres a cinco días de antelación. Jason-2 ve mucho más lejos río arriba, en las zonas altas mucho más allá de las fronteras de Bangladesh. Mediante la adición de los datos satelitales en tiempo real a sus propios modelos, el centro puede ofrecer a las personas hasta ocho días de aviso antes de que las aguas crezcan.

Este tiempo extra es crucial. La gente puede construir plataformas para levantar sus casas por encima de las aguas, reubicarse, y tomar decisiones sobre los cultivos y el ganado, dice Hossain.

Los riesgos de inundación de Bangladesh aumentan con los efectos del cambio climático, y los datos disponibles abiertamente son una manera de mitigar los efectos. Además de la predicción de crecidas, una asociación entre la NASA y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional denominada “SERVIR” (en inglés) ofrece otras herramientas para conectar a los encargados de tomar decisiones a nivel local con datos obtenidos desde el espacio.

El satélite Jason-2 ayuda a científicos en Bangladesh a predecir peligrosas inundaciones (NASA)

SERVIR trabaja en todo el mundo: En América Central, el programa de alerta a los pescadores sobre las mareas rojas. En Nepal, ayuda a los bomberos (en inglés) y apoyó los esfuerzos de recuperación (en inglés) después del devastador terremoto de este año. Y ahora, un nuevo centro de operaciones en la región del bajo Mekong (en inglés) ayudará a los líderes a abordar los efectos negativos del cambio climático.

En Bangladesh, ya está marcando una diferencia. Según la especialista en cambio climático Jennifer Frankel-Reed, “lo que hemos visto en la última temporada de monzones fue que una inundación que habitualmente hubiera arrasado con dos mil vidas solamente se llevó 17”.

Con los datos abiertamente disponibles y el conocimiento local, algunas veces incluso los problemas más grandes pueden verse a la escala terrestre.