Diversificar energía significa utilizar diferentes fuentes, proveedores y rutas de transporte de la energía para reducir la dependencia de un único recurso o proveedor. Un país que diversifica su energía se aísla de interrupciones energéticas y refuerza su seguridad energética.
La diversificación no puede proteger a los países importadores contra riesgos del mercado tales como fluctuaciones en el suministro o en el precio, pero puede reducir los riesgos presentados por la inestabilidad política o los desastres naturales.
¿Cuáles son los beneficios de la diversificación energética?

Independencia política: Cuando un país depende de otro para suministrar la mayoría de sus necesidades energéticas, se expone a intimidación, coerción y manipulación por parte de su proveedor. Distribuir las necesidades energéticas de entre una variedad de proveedores permite al país importador reducir su dependencia de un único proveedor y reforzar su independencia en la política mundial.
Crecimiento económico: La diversificación energética fomenta el crecimiento económico. Obtener energía de diversas fuentes y proveedores aísla al país importador de interrupciones energéticas cuando una fuente o proveedor no pueda o no desee satisfacer la demanda. La diversificación energética garantiza una seguridad energética continua, lo cual proporciona un clima fértil para el emprendimiento, la innovación y la investigación y el desarrollo.
Protección medioambiental: Desarrollar recursos renovables tales como la energía solar y la eólica disminuye el riesgo de escasez de energía. Los recursos renovables emiten pocos contaminantes, o ninguno, y tienen un impacto mínimo en el medio ambiente. Las inversiones en energía renovable también fomentan la innovación y el crecimiento del empleo.
¿Cómo puede un país diversificar su cartera energética?

Cada país posee una combinación única de recursos naturales, demandas energéticas y limitaciones geopolíticas, y por ello los enfoques de la diversificación energética serán diferentes. Sin embargo, todas las naciones que deseen diversificar su cartera energética pueden seguir algunos pasos básicos:
- Crear un marco de políticas que atraiga la inversión, recompensando el espíritu emprendedor y la innovación, y limitando la ineficiencia y el derroche.
- Asociarse con el sector privado para identificar y desarrollar fuentes de energía alternativas.
- Involucrar a los expertos para identificar la mejor combinación de fuentes energéticas accesibles, tanto nacionales como extranjeras.
- Trabajar con la comunidad internacional para establecer y aplicar los criterios medioambientales relativos a la exploración y generación de energía.