Culturista inmigrante se convierte en actor y luego en gobernador de California… Un día como hoy en Estados Unidos.

El gobernador Arnold Schwarzenegger
El gobernador de California Arnold Schwarzenegger hace campaña.

De los muchos inmigrantes que se reinventan a sí mismos en Estados Unidos, muy pocos pueden mostrar una transformación tan completa como Arnold Schwarzenegger. Nacido en la Austria de la posguerra, Schwarzenegger recuerda cuando tenía 10 años decirle a una niña en la parada del autobús “Me voy a ir a América.” En 1968 así lo hizo. Para 2003, era gobernador de 34 millones de californianos.

Tenía 21 años y había empezado por reinventar su cuerpo. Ya había participado en competiciones de culturismo y Schwarzenegger se entrenaba en un gimnasio en el vecindario de Venice, de Los Ángeles, junto al mar, zona conocida como “Muscle Beach” (Playa de los músculos). Para 1970 se convirtió en el más joven en obtener el título “Mr. Olympia”, el cual volvería a ganar en 7 ocasiones diferentes.

“La oportunidad de devolver algo como gobernador ha sido el sueño de un inmigrante hecho realidad.”

La próxima reinvención que experimentó fue la que le vio surgir como actor de cine de acción. En 1982 con Conan el bárbaro, y con Terminator, en 1984, rompió moldes. El pobre chico inmigrante resultó una de las estrellas más grandes de Hollywood. Todas sus películas eran taquilleras en todo el mundo y produjeron más de 4.000 millones de dólares.

Arnold Schwarzenegger saluda al presidente Obama (AP Images)
El gobernador de California Arnold Schwarzenegger en un acto en la Casa Blanca con el president Obama (AP Images)

Schwarzenegger había vivido el “sueño americano”. Se sintió obligado a servir al público que le había ofrecido la oportunidad de tener éxito. Así que empezó la que quizá fuera la mayor de sus reinvenciones. En 2003, los ciudadanos de California, el estado más poblado, eligió para ser su gobernador a un inmigrante que había asistido a un colegio comunitario para mejorar su inglés. Ejerció el cargo durante dos términos, y en su último discurso dijo a sus conciudadanos “Vine a California hace cuatro décadas sin nada en absoluto… la oportunidad de devolver algo como gobernador ha sido el sueño de un inmigrante hecho realidad”.