Dando voz al refugiado y refugio seguro al niño

Lora Pappa, en una carrera humanitaria de altos vuelos, trabajó con agencias gubernamentales y organismos no gubernamentales, así como con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, para ayudar a quienes llegaban por tierra y mar a Grecia en busca de una vida mejor.

Un hombre aplaude con las manos junto a una mujer que sujeta una estatua (© Antonio Cotrim/Lusa)
En junio el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa (izda.) otorgó a Lora Pappa el premio Norte-Sur del Consejo de Europa. (© Antonio Cotrim/Lusa)

Un problema le causaba frustración sin fin: cuando los refugiados y migrantes buscaban asilo o precisaban ayuda legal o médica, con frecuencia no había nadie cerca para interpretar sus palabras.

Los colegas le dijeron que el problema no podía ser resuelto, especialmente con la cantidad de idiomas que hablaban los recién llegados. Entonces Pappa dejó su trabajo como consultora de la ONU para abrir su propia organización y resolver la falta de intérpretes.

Actualmente la entidad de Pappa, llamada METAdrasi (un acrónimo de “Acción por la Migración y el Desarrollo”) emplea a 160 personas en Atenas y en Lesbos, Samos, Chíos y otras localidades griegas inundadas de refugiados en el año 2015.

Personas de pie en una estación de tren (© AP Images)
Familia de refugiados sirios en una estación de tren en Tesalónica (Grecia), en abril de 2015. (© AP Images)

METAdrasi desplaza a más de 300 intérpretes certificados –algunos de ellos antiguos refugiados y migrantes— a los campamentos y centros de refugiados para ayudarles a comunicarse con los funcionarios encargados de asilo, con la policía, médicos y otros. Quinientos voluntarios apoyan esa tarea.

METAdrasi cuida a los niños de caer en manos de los contrabandistas. Ha escoltado a casi 4.000 niños que viajaban solos para sacarlos de las instalaciones de detención de adultos y de las calles y llevarlos a lugares más seguros, reuniendo a algunos con familiares fuera de Grecia y recientemente colocando a una pequeña cantidad en casas de acogida temporales con familias griegas. La entidad ha logrado el apoyo de los gobiernos de Francia, Inglaterra, Noruega, Estados Unidos, las Naciones Unidas y la Iniciativa Helénica.

En el mes de junio, la embajada de Estados Unidos en Atenas financió un taller de dos días de duración titulado “Creación de fortaleza y constancia en los trabajadores humanitarios”, para ayudar a METAdrasi y a otros que trabajan para asistir a los refugiados.

En un momento de creciente nacionalismo y xenofobia, Pappa recibió en junio premio Norte-Sur del Consejo de Europa por su labor y lo dedicó a “los miles de griegos y europeos anónimos, a ciudadanos del mundo que se pusieron en el lugar del ‘otro’ que pusieron su vida en riesgo para escapar del conflicto, la persecución, el hambre y la pobreza.

Personas de pie mirando un barco (© AP Images)
La ONG “METAdrasi” ayuda a refugiados como estos en la isla de Samos a buscar ayuda médica y legal. (© AP Images)

En una entrevista telefónica desde Atenas, Pappa dijo: “No podemos frenar la migración. No podemos evitar que la gente se traslade. Es mejor comenzar a ver qué es lo que podemos hacer”.

Los menores no acompañados, algunos que quedaron huérfanos en las arriesgadas travesías de sus familiares por el mar “quieren estudiar y establecerse para poder finalmente comenzar a pensar en su futuro”, dijo ella. “Tenemos que ayudar a estos jóvenes en Grecia y en toda la Unión Europea”.

Pappa destaca los aspectos positivos de integrar a nuevas personas y nuevas culturas en la comunidad propia. “Abran los ojos. Hablen con los refugiados. Vayan y acérquense y pregúntenles: ‘¿Cuál es su problema? ¿De dónde viene? Todos seríamos más ricos si fuéramos más abiertos”.