
A lo largo de sus 41 años de historia, la República Islámica de Irán ha castigado a sus ciudadanos por ejercer sus derechos civiles y humanos básicos.
La celebración del Día Mundial de la Justicia Social por parte de las Naciones Unidas el 20 de febrero se produce tras la violenta represión de las protestas del régimen iraní en noviembre, que incluyó la muerte de hasta 1.500 iraníes y la detención de hasta 8.600 más.
Las injusticias del régimen son muchas. He aquí algunos ejemplos:
Persecución de minorías
La persecución de las minorías religiosas por parte del régimen iraní está empeorando. “Irán tiene uno de los peores historiales de libertad religiosa en el mundo y continúa mostrando una flagrante indiferencia por la protección de la libertad religiosa de los individuos”, dijo el embajador de Estados Unidos en misión especial para la Libertad Religiosa Internacional, Sam Brownback, en junio de 2019, señalando que los bahaíes, judíos, zoroastrianos, suníes y otros se enfrentan al acoso y la prisión en Irán por sus creencias.
Los cristianos en Irán se enfrentaron a un aumento del 1.000 por ciento en los arrestos en 2018, algunos incluso fueron detenidos por celebrar la Navidad en sus casas, según un informe del gobierno de Estados Unidos de 2019. Las fuerzas de seguridad de Irán arrestaron a 300 sufíes durante las protestas de febrero de 2018.
Y en los últimos meses, algunas de las minorías religiosas de Irán se han visto obligadas a negar su religión o a arriesgarse a perder los beneficios del gobierno, según dijo Brownback.
Deeply concerned that Iranian Baha’is, Buddhists, Hindus, Sikhs, and Yarsanis are now being forced to identify as a religion other than their own in order to obtain a national ID card and the benefits that come with it. The Iranian regime must respect #ReligiousFreedom.
— Ambassador Sam Brownback (@IRF_Ambassador) February 4, 2020
Tuit:
Embajador Sam Brownback @IRF_Ambassador
Profundamente preocupado por el hecho de que los bahaíes, budistas, hindúes, sijs y yarsaníes iraníes se vean obligados a identificarse como una religión distinta de la suya para obtener una tarjeta de identificación nacional y los beneficios que ello conlleva. El régimen iraní debe respetar la #libertadreligiosa.
16:29 horas – 4 de febrero de 2020
(Enlaces y etiquetas en inglés)
La discriminación y el maltrato de las minorías por parte del régimen se extiende a los árabes ahwazis, afganos, azeríes, baluchis y kurdos y a los miembros de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales, según informes de derechos humanos de la ONU, activistas internacionales de derechos humanos y medios de comunicación estatales e internacionales.
Encarcelar mujeres
Las mujeres iraníes corren el riesgo de ser encarceladas por no llevar un pañuelo en la cabeza, por asistir a eventos deportivos públicos, por promover los derechos de la mujer o por realizar actos sociales con otras mujeres.
Tres mujeres fueron condenadas en 2019 a 55 años de prisión por protestar contra las leyes de obligatoriedad del hiyab. La abogada de derechos humanos Nasrin Sotoudeh fue condenada a 33 años de prisión por defender a mujeres condenadas por quitarse el pañuelo de la cabeza en público. Y una árbitro de ajedrez iraní se negó recientemente a arriesgarse a volver a su país después de que las fotos la mostraron oficiando un partido de ajedrez internacional sin llevar un pañuelo adecuado.
El pasado mes de septiembre, una mujer iraní de 29 años murió tras prenderse fuego en protesta por una posible condena a prisión por violar la prohibición del régimen de que las mujeres asistan a los partidos de fútbol.
Y a principios de este año, la única medallista olímpica femenina de Irán desertó del país, refiriéndose a sí misma como “una de los millones de mujeres oprimidas en Irán”.
Ataque a trabajadores y escritores
Los trabajadores en Irán se ven cada vez más obligados a elegir entre trabajar tranquilamente sin cobrar o arriesgarse a ser azotados por exigir los salarios que se les deben. Los castigos incluyen la condena en agosto de 16 trabajadores a 30 latigazos y ocho meses de prisión por protestar por salarios impagados.
Los escritores y activistas que critican las repetidas violaciones del régimen también se arriesgan a ir a la cárcel. En mayo de 2019, un juez condenó a tres escritores a seis años de prisión cada uno por oponerse a la censura del arte por parte del régimen.
La brutalidad del régimen contra su propia gente no es nada nuevo. Desde su creación en 1979 hasta 2019, el régimen de Irán ha encarcelado al menos a 1,7 millones de su propio pueblo en la zona de Teherán, según un informe de Reporteros sin Fronteras. Muchos de ellos han sido ejecutados.