Entre los atletas que representarán a Estados Unidos en los próximos Juegos Olímpicos de Brasil, hay varios nuevos estadounidenses y son soldados del Ejército de Estados Unidos.
El servicio militar acelera el proceso de adquisición de la ciudadanía estadounidense, no solo para los soldados atletas. Normalmente, quienes poseen una tarjeta de residente (tarjeta verde) deben esperar cinco años para solicitar la naturalización. La tarjeta verde es el documento de verificación de la condición de “residente legal permanente” de la persona, incluido el derecho a residir y a trabajar en Estados Unidos. Pero tras el ataque terrorista del 11 de septiembre, el Congreso votó a favor de permitir que los inmigrantes en las fuerzas militares puedan solicitar la ciudadanía tan pronto como lo deseen.

Los soldados kenianos Paul Chelimo, Shadrack Kipchirchir y Leonard Korir presentaron la solicitud y recibieron la ciudadanía a tiempo para obtener un puesto en el equipo olímpico de este año.
La cuna de los corredores campeones
Los nuevos estadounidenses consolidarán el equipo de atletismo de Estados Unidos. Los kenianos han dominado el medallero olímpico en la categoría de carrera de larga distancia durante más de 20 años.
Asimismo, los corredores nacidos en Kenia se han destacado en el equipo de atletismo del programa de atletas de primera clase del Ejército de Estados Unidos (World Class Athlete Program, WCAP). El programa WCAP está abierto a todos los miembros del ejército que cumplan con los difíciles requisitos de ingreso.
Luego de que Kipchirchir calificara para los 10.000 metros en las pruebas olímpicas, este experto en finanzas de 27 años explicó: “No se trata de mí. Se trata de todos los soldados que sacrificaron sus vidas y se esmeraron y trabajaron duro. No voy a decepcionarlos”.
Un camino a la ciudadanía…y a los Juegos Olímpicos
Chelimo, de 25 años, es uno de cinco soldados que integran el equipo de atletismo de este año. Cuatro de ellos tomaron un camino similar; nacieron y se criaron en las altas mesetas de Kenia. Todos ganaron becas de atletismo para estudiar en universidades estadounidenses, y tras la universidad, se alistaron en el Ejército de Estados Unidos; una opción disponible para los no ciudadanos con residencia legal.

Chelimo firmó y mantuvo su mira puesta en las olimpíadas.
“De hecho, mi meta principal era representar a Estados Unidos. Ser un atleta olímpico es la mejor manera de representar al país. Por eso tan pronto me uní [al Ejército], conocí el programa WCAP”, sostiene. “Ese era el mejor programa, porque me permitía desarrollar mi carrera militar y al mismo tiempo concentrarme en mi talento”.
El entrenador principal, Dan Browne, explica porqué el Ejército ha creado una unidad en la cual los soldados pueden recibir una paga mientras se entrenan para futuras competiciones internacionales, como los Juegos Olímpicos y Paralímpicos.
“Para el Ejército, estos soldados son grandes embajadores”, sostiene Browne, quien también fue un atleta olímpico. “Representan el sacrificio, la determinación, la lealtad, el compromiso…toda nuestra filosofía”.
Los soldados-atletas estadounidenses
Desde que el Ejército estableciera su programa de entrenamiento para atletas en 1997, 65 soldados-atletas han competido en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos.
Este año, el ejército enviará 10 competidores (en inglés) a los Juegos Olímpicos de Río: cuatro corredores, un competidor de marcha atlética, cuatro tiradores y un competidor de pentatlón moderno. Por su parte, un arquero y un nadador del Ejército también se han clasificado para los Juegos Paralímpicos, un evento destinado a atletas con discapacidades físicas que se desarrollará tras las olimpíadas de Río y en las mismas instalaciones.
Además, el equipo que participará en Río contará con la participación de un luchador de lucha libre campeón nacido en Uzbekistán y recientemente naturalizado, quien viajará como atleta suplente del equipo de lucha libre de Estados Unidos.