Declaración del presidente Obama con motivo de la festividad de Eid al-Fitr

Con la llegada de una nueva media luna, Michelle y yo enviamos nuestros mejores deseos a quienes celebran la festividad de Eid al-Fitr en Estados Unidos y en todo el mundo.

Para los musulmanes estadounidenses, Eid es una oportunidad para reflexionar sobre los 30 días en que han ayunado y para comprometerse de nuevo con los valores de gratitud, compasión y generosidad. En vecindarios y hogares de todo el mundo, esta ocasión especial comienza en las primeras horas del día cuando las familias se ponen su vestimenta más elegante en preparación para las oraciones y festividades. Los hogares son decorados con ornamentos y linternas. Los regalos son envueltos y sobres con dinero son preparados para los niños. Sobre todo, Eid es un momento para reunirse y celebrar con los seres queridos.

Los musulmanes estadounidenses son tan diversos como nuestra misma nación: negros, blancos, latinos, asiáticos y árabes. La celebración de la festividad de Eid en todo el país nos recuerda nuestra orgullosa historia como una nación construida por personas de todos los orígenes; nuestra historia de libertad religiosa y libertades civiles, y nuestra historia de innovación y fortaleza. Estos legados no serían posibles sin las contribuciones de los musulmanes estadounidenses que hacen que nuestro país sea aún más fuerte.

Este último mes, nuestro país y el mundo sufrieron desafíos y violencia sin sentido que nos entristecieron y nos pusieron a prueba. Nuestras oraciones están con los cientos de vidas inocentes, muchas de ellas musulmanes, perdidas durante el mes de ramadán en lugares como Orlando, Estambul, Dhaka, Bagdad y Medina.

Aquí en el país, hemos presenciado también un aumento en ataques contra musulmanes estadounidenses. Nadie debe nunca sentirse atemorizado o en peligro en su templo de oración. Muchos estadounidenses han compartido la experiencia del ramadán como voluntarios en iniciativas de servicio comunitario para ayudar a aquellos en necesidad, e incluso han ayunado varios días con sus colegas y compañeros de trabajo musulmanes estadounidenses. Frente al odio, son nuestros valores y fortaleza estadounidenses lo que nos une en solidaridad y protege unos y otros. De esta manera, nuestra nación se vuelve más fuerte y más segura.

Los musulmanes de nuestro país forman parte de la familia estadounidense desde su fundación. Este Eid, nos comprometemos nuevamente a proteger a los musulmanes estadounidenses contra la intolerancia y la xenofobia al celebrar las contribuciones de los musulmanes estadounidenses en todo el país, incluyendo a uno de nuestros mejores, al campeón del pueblo Muhammad Ali, a quien dijimos adiós en este ramadán. Posteriormente este mes, Michelle y yo seremos anfitriones en la Casa Blanca para la festividad Eid, por lo que esperamos entusiasmados dar la bienvenida a estadounidenses de todo el país para celebrarlo.

De mi familia a la suya, ¡Eid Mubarak!