A continuación una traducción de las declaraciones del secretario de Estado de Estados Unidos en la reunión sobre paz, seguridad y antiterrorismo internacionales en las Naciones Unidas:

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Declaraciones del secretario de Estado John Kerry sobre Siria y antiterrorismo

Naciones Unidas
Nueva York, Nueva York
30 de septiembre de 2015

SECRETARIO KERRY: Señor presidente, muchas gracias. Le agradezco la oportunidad de dirigirme a este Consejo, a todos los colegas del Consejo de Seguridad. Valoro el hecho de que la presidencia de Rusia haya decidido centrarse en esta cuestión, y acojo de buen grado la oportunidad de hablar sobre el urgente desafío de la lucha contra el terrorismo en Oriente Medio, el norte de África y otros lugares.

Este es un tema que el Consejo ha abordado muchas veces. Volviendo a los atentados del 11 de septiembre e incluso antes, nos hemos reunido en varias ocasiones para condenar el terrorismo y también para adoptar medidas concertadas para combatir las organizaciones extremistas violentas. Así que esto no es un debate sobre las metas, creo que no. Todos nos oponemos a las ambiciones agresivas de organizaciones tales como ISIL, al Qaeda y grupos que están comenzando o los están imitando o están afiliados a ellos. Todos nos oponemos a las atrocidades que cometen, y todos queremos acabar con el sufrimiento que siguen infligiendo.

Por lo tanto, esto no se discute. La pregunta que enfrentamos es: ¿Cuál es la mejor forma de hacerlo? Hay principios básicos que deben orientar nuestra estrategia. En primer lugar, al enfrentar el terrorismo, tenemos que adoptar un enfoque integral. Nuestros jefes de Estado trataron este tema elocuentemente durante la Cumbre para la Lucha contra el Extremismo Violento que organizó el presidente Obama. Se mantuvo un gran diálogo. Considero que hubo algunas declaraciones muy elaboradas acerca de cómo abordar las causas raíces. Tenemos que denegar el refugio seguro, interrumpir la circulación de combatientes extranjeros, bloquear el acceso al financiamiento y exponer las mentiras que propagan los grupos terroristas, lo cual es particularmente difícil en este mundo de constantes medios de comunicación, constante acceso, a toda hora todos los días del año. Estamos viviendo en un mundo muy diferente, y los terroristas han aprendido a explotar los medios de comunicación en todo tipo de formas.

También tenemos que ejercer presión a favor de la paz, quizá uno de los componentes más importantes de nuestra responsabilidad en lugares como Libia, por ejemplo, donde la inestabilidad alimenta el tipo de caos y miedo en los que prosperan organizaciones extremistas; y vemos esto ahora, con la presencia de ISIL en Libia.

De modo que esta es la estrategia fundamental que nos hemos propuesto para contrarrestar el extremismo violento. Hemos adoptado esta estrategia. Estamos sumamente comprometidos a su aplicación. Pero evidentemente, hay más por hacer. Hemos sido capaces de contrarrestar a algunos combatientes extranjeros y les hemos impedido viajar; no obstante, demasiados han podido viajar y llegar a un destino. Hemos logrado frenar y detener algunos elementos del financiamiento, pero todavía hay mucho dinero que puede llegar a los actores y las actividades terroristas.

Por tanto nuestro objetivo es tomar medidas urgentes contra las amenazas inmediatas a la vez que se adoptan medidas a más largo plazo que prevengan el reclutamiento de futuras generaciones de terroristas y mejoren la gobernanza y aumenten las oportunidades económicas para que la radicalización sea menos probable. Este es un enorme desafío para todos nosotros; lo sabemos. Hay incontables países en los que el 60, 65 por ciento de la población en algunos casos es menor de 30 o 25 años de edad, la inmensa mayoría, menores de 18 años en muchos países. Y a menos que encuentren oportunidades y opciones, sus mentes serán robadas; sus oportunidades serán robadas para siempre por malos actores que los atrapan en ese vacío.

Asimismo, debemos mejorar la gobernanza y aumentar las oportunidades económicas para que la radicalización sea menos probable. Demasiados lugares siguen teniendo demasiada corrupción, y la corrupción les roba a las poblaciones lo que se merecen y les quita sus posibilidades.

En cada uno de estos aspectos, pretendemos trabajar arduamente con todos ustedes y con otros que no están aquí, para mejorar nuestra posibilidad de éxito al trabajar con los elementos interesados de la sociedad civil, incluyendo las organizaciones no gubernamentales, los líderes religiosos y el sector privado. Y, mientras tanto, tenemos que continuar nuestros esfuerzos para aliviar las dificultades inmediatas que están causando los terroristas. Si bien hemos llevado ayuda humanitaria a varios lugares, la comunidad internacional definitivamente tiene que hacer más. Estamos asistiendo a una catástrofe humanitaria que se despliega no en uno o dos lugares, sino en múltiples lugares y simultáneamente.

Y el desastre humanitario del que estamos siendo testigos en sí mismo debería ser razón suficiente para encarar a ISIL. Y esto ha sido un tema importante de los debates que mantuvimos aquí estos últimos días, pero tiene que seguir siendo una preocupación fundamental para todos nosotros en las próximas semanas. Todos los países pueden hacer más. Dos Resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (2139 y 2165) claramente exigen, —y todos los que están alrededor de esta mesa votaron por ellas— claramente exigen el acceso humanitario a las zonas asediadas y piden acabar con las bombas de barril, en particular, y el uso del hambre como arma de guerra.

Ahora me gustaría añadir algunas ideas sobre Siria, concretamente, ISIL y Rusia. Estados Unidos apoya cualquier esfuerzo genuino para combatir a ISIL, y grupos afiliados a al Qaeda, en particular al Nusrah. Si las recientes acciones de Rusia y las que están en curso en la actualidad reflejan un compromiso genuino para derrotar a la organización, entonces estamos preparados para recibir de buen grado esos esfuerzos y hallar la manera de que nuestras operaciones tengan menos riesgo de conflicto y por lo tanto multiplicar la presión militar sobre ISIL y grupos afiliados. Sin embargo no debemos confundir y no confundiremos nuestra lucha contra ISIL con apoyar a Assad. Lo que es más, también hemos dejado claro que tendríamos graves preocupaciones si Rusia atacara zonas en las que ISIL y los afiliados de al Qaeda están operando en la actualidad, no están operando. Ataques de ese tipo pondrían en tela de juicio las verdaderas intenciones de Rusia de luchar contra ISIL o de proteger al régimen de Assad.

Ahora, hemos informado a Rusia que estamos preparados para iniciar esas charlas para reducir el riesgo de conflicto tan pronto como sea posible, esta semana. Pero permítanme ser claro. Estados Unidos y la coalición continuaremos adelante con nuestras operaciones aéreas como lo hemos hecho desde el principio. En las 24 horas pasadas ya hemos llevado a cabo varios ataques contra objetivos ISIL en Siria, incluyendo una hace una hora, y los ataques han de continuar. Permítanme ser claro: La coalición que hemos construido, fuerte, con más de 60 países ha combatido a ISIL durante más de un año —con la liberación del monte Sinjar, de Kobani, de Tikrit, donde ahora más de 100.000 habitantes han podido regresar a sus hogares y retomar sus vidas; la defensa de la represa de Mosul, la defensa de Haditha; la protección de Bagdad, el rescate de las minorías en peligro de desaparecer; dando muerte a líderes de ISIL y a facilitadores; y la liberación de toda la frontera norte de Siria de ISIL al este del río Éufrates.

Al mismo tiempo, hemos montado una campaña para cortar el financiamiento del terrorismo, frenar el reclutamiento de combatientes extranjeros y exponer las mentiras de ISIL. Hoy, en este momento, al sur de Kirkuk, los kurdos peshmerga están liberando aldeas, con gran heroísmo, de las manos de ISIL con la cobertura de ataques aéreos de la coalición. Además, seguimos admirando el coraje y la resistencia demostrados durante cuatro largos años de lucha por parte la legítima oposición a Assad.

Permítanme recordar a este Consejo que las operaciones aéreas de la coalición se basan en procedimientos militares bien establecidos, firmemente basados en el derecho internacional y a solicitud de estados vecinos para su defensa colectiva de acuerdo al artículo 51 de la Carta de la ONU. Ese fundamento no ha cambiado, y continuaremos nuestra misión con la plena sanción del derecho internacional.

Con arreglo a estos procedimientos en Siria durante el pasado año, la coalición ya ha realizado casi 3.000 ataques aéreos contra objetivos ISIL, y actualmente estamos en posición, junto a Francia, Australia, Canadá, Turquía y otros asociados en la coalición que se suman a la campaña, para acelerar drásticamente nuestros esfuerzos. Esto es lo que haremos. En las próximas semanas continuaremos con nuestros vuelos desde la base de Incirlik en Turquía para ejercer presión constante sobre áreas estratégicas de ISIL en el noroeste de Siria.

También mantendremos nuestro apoyo a los combatientes anti-ISIL en el nordeste de Siria. Estos esfuerzos pondrán mayor presión en las zonas de las operaciones de ISIL, y garantizaremos con ataques aéreos de precisión que los líderes de ISIL no tengan ningún santuario en ningún lugar sobre el terreno en Siria.

De modo que ISIL pronto enfrentará una creciente presión desde múltiples direcciones en el campo de batalla en Siria e Irak. Pero como hemos dicho desde el comienzo, y está codificado en el Comunicado de Ginebra, esta lucha no puede ganarse solamente en la esfera militar. Requiere una solución política para la crisis de Siria. Una cosa es cierta: La gran mayoría de los Estados alrededor de esta mesa sabemos que las fuerzas de ISIL, ISIL en sí mismo, no puede ser derrotado mientras Bashar al Asad siga siendo presidente de Siria. No puede suceder por la definición de las líneas de esta batalla. No puede suceder por quién se ha alineado con quién y por la naturaleza de estos protagonistas.

Y la razón de ello está definida desde el principio por cómo comenzó esta lucha en sí misma. Esta lucha empezó cuando unos jóvenes, jóvenes sirios en busca de un futuro, que solamente deseaban oportunidades de empleo y educación, cuando ellos salieron a manifestarse por el futuro y a reivindicar las aspiraciones de los jóvenes, y Assad envió a sus matones a golpearlos. Los padres se indignaron por el hecho de que sus hijos, manifestándose pacíficamente, hubieran sido golpeados. Y salieron con sus hijos y se encontraron con balazos.

Así es como comenzó todo esto: habitantes de un país en busca de un futuro que, en cambio, encontraron represión, tortura, gases, bombas de barril. Assad nunca será aceptado por aquellos a quienes ha hecho daño. Nunca puede convertirse en un líder legítimo en el futuro. Nunca puede conducir una reconciliación ni una unificación de un país. No podría suceder hasta que deje en claro su voluntad para realmente sanar la nación, acabar con la guerra y declinar ser parte del futuro a largo plazo.

Hoy debemos enfocarnos en la búsqueda de una solución que detenga la matanza y establezca las bases para un gobierno que el pueblo sirio pueda apoyar. Sabemos que los terroristas no pueden unificar el país ni gobernarlo. Sabemos que Assad no puede unificar el país ni gobernarlo. Ninguno de los dos extremos es la solución que necesitamos y queremos. Es más, nuestra capacidad para desarrollar un proceso político internacional creíble sería una farsa desde el principio —lo suficientemente increíble como para no evitar los combates— si se percibiera como una forma de ampliar o fortalecer el control del poder por Assad.

Como declaró el presidente Obama el lunes, “Estados Unidos está preparado para trabajar con cualquier país, Rusia e Irán incluidos, para resolver el conflicto. Pero debemos reconocer que después de tanta sangre derramada, de tanta matanza, no se puede volver al estado anterior a la guerra”.

Colegas, el gobierno de Rusia ha argumentado que debemos apoyar a Assad a fin de poder derrotar a ISIL, pero la realidad es que muy rara vez Assad ha decidido combatir a ISIL. Mientras los terroristas se han apoderado de grandes sectores de Siria e Iraq, violando, esclavizando y asesinando civiles a lo largo del camino, el régimen de Siria no ha hecho nada para frenarlos. Más bien, concentró su fuerza militar contra grupos moderados de la oposición que luchaban por tener una voz en Siria.

No se equivoquen, la respuesta a la guerra civil en Siria no podrá hallarse con una alianza militar con Assad. Pero estoy convencido que puede hallarse por medio de una iniciativa diplomática ampliamente apoyada y dirigida a una transición política negociada, una transición consistente con el Comunicado de Ginebra, que uniría a todos los sirios que rechazan la dictadura y el terrorismo y quieren construir una sociedad estable y unificada.

Por lo tanto, en conclusión, hago un llamamiento a todos los gobiernos interesados, incluyendo a Rusia y a Siria, para apoyar una iniciativa de la ONU destinada a negociar una transición política. Mayores demoras son intolerables. La oportunidad está frente a nosotros. Y si podemos tener éxito en marginar a los terroristas en Siria y en reunir a los países, podemos, todos juntos, hacer exactamente lo que nos hemos propuesto hacer, este Consejo de Seguridad y esta institución. Podemos dar un golpe tremendo contra el extremismo violento no solo en Siria, también en Iraq, Oriente Medio y alrededor del mundo. Y nada sería más acorde con el alto propósito con el que se creó este Consejo hace 70 años. Y nada mejor para atender los intereses de las personas que todos nosotros representamos.

Espero que podamos lograrlo. Gracias.

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