El presidente Obama confirmó el 10 de febrero la muerte de la trabajadora humanitaria estadounidenses Kayla Jean Mueller, secuestrada por terroristas de Daesh en Siria.
“Kayla dedicó su vida a ayudar a los necesitados en su país y en el mundo”, dijo Obama en un comunicado de la Casa Blanca sobre la muerte de la joven de 26 años.
La joven era solamente una de los muchos estadounidenses que trabajan en una variedad de organizaciones para llevar consuelo y ayuda a la gente de Siria.
Antes de ir a Siria, Mueller fue voluntaria en un refugio para mujeres y trabajó en una clínica de VIH/SIDA en su estado natal de Arizona. Su deseo de ayudar a los demás también condujo a Mueller a unirse a esfuerzos humanitarios en la India, Israel y los Territorios Palestinos.
Los terroristas de Daesh secuestraron a Mueller en Siria cuando trabajaba para un grupo en el sur de Turquía que ayuda a los refugiados de Siria.
“La compasión y dedicación de Kayla para ayudar a los necesitados nos demuestra que incluso entre la maldad inconcebible, la decencia esencial de la humanidad puede vivir”, dijo Obama.
Obama se comprometió a llevar a los captores de Mueller de Daesh ante la justicia.
“No importa cuánto tardemos, Estados Unidos encontrará y llevará ante la justicia a los terroristas responsables del secuestro y muerte de Kayla”, dijo Obama.
El secretario de Estado John Kerry dijo en una declaración que mientras los terroristas de Daesh explotaron la crisis siria para gobernar por la violencia, Mueller se esforzó por hacer lo contrario.
“Ella daba esperanza a la gente mientras su mundo se venía abajo a su alrededor”, dijo Kerry. “El sentido de los valores que tenía Kayla, su humanidad y generosidad, su idealismo, esto es lo que va a perdurar y perdurará mucho tiempo, mucho tiempo después de que la barbarie de ISIL sea derrotada”.
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