Destruir el marfil obtenido indebidamente envía un mensaje claro a los cazadores furtivos: Estados Unidos perturbará su actividad y los llevará a juicio (en inglés), y garantizará que estos no se beneficien de la matanza de estos magníficos animales.
El programa del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos, Ivory Crush (en inglés), intenta también concientizar sobre el comercio ilegal derivado de la flora y fauna silvestre y reducir la demanda de marfil ilegal.
En Estados Unidos, el marfil de elefantes y otros productos derivados de la flora y fauna silvestre incautados se retienen como evidencia hasta que concluyen los procesos de las causas judiciales criminales y civiles. Después de ello, se guardan algunos objetos con fines educativos y de capacitación, y se destruye todo lo demás, garantizando así que no se logren ganancias de esta actividad letal.

Parte del marfil se incauta durante su ingreso ilegal a los Estados Unidos; otra parte se intercepta al salir del país o cuando se vende ilegalmente en el comercio interestatal. Otras piezas llegan a los Estados Unidos sin los permisos correspondientes de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) o las traen viajeros que regresan y que no conocían (o no cumplieron) las leyes y reglamentaciones sobre la vida silvestre.
Estados Unidos destruyó seis toneladas de marfil confiscado en noviembre de 2013. Desde entonces, muchos países, entre ellos Filipinas, Kenia, Francia y China, han destruido las que tenían almacenadas. Cada tonelada de marfil representa aproximadamente 330 elefantes muertos. Más de 30.000 elefantes son muertos cada año para el comercio ilegal de marfil.
Tú puedes ayudar a destruir el comercio ilegal de vida salvaje diciendo “no” a las compras de marfil o productos derivados del mismo.