Las empresas siempre se concentran en los resultados, o lo que los contadores llaman “rentabilidad de la inversión”.
La rentabilidad de la inversión de educar a las niñas es increíble. Incluye salarios mucho más elevados durante sus vidas, menores tasas de mortalidad infantil y reduce la cantidad de matrimonios infantiles. “Si recibimos nuestra educación, podemos hacer cualquier cosa”, dijo la primera dama Michelle Obama, que proviene de una familia de clase trabajadora de Chicago y obtuvo sus títulos en la Universidad de Princeton y la Escuela de Derecho de Harvard.
Sin embargo, 62 millones de niñas no asisten a la escuela y muchas más luchan por continuar asistiendo. La iniciativa de la Casa Blanca #LetGirlsLearn (Que las niñas aprendan) trata de abrir las puertas de la escolarización para las niñas en todo el mundo.
Negar a las niñas la oportunidad de aprender podría privarnos a todos de la próxima científica que descubra una cura para el cáncer, la próxima líder empresarial que transforme una industria o incluso una futura presidenta o primera ministra, dice la primera dama: “Si una niña nunca pisa un aula, es probable que nunca descubra ni alcance su potencial”.
