EE. UU. insta a sus socios a contrarrestar la injerencia exterior de China

El Partido Comunista Chino (PCC) está desafiando la naturaleza libre y abierta de las sociedades democráticas, dice un alto funcionario estadounidense.

El secretario de Estado adjunto para Asuntos del este de Asia y el Pacífico, David Stilwell, advirtió el 30 de octubre que el PCC está llevando a cabo actividades de influencia política “encubiertas, coercitivas y corruptas” en todo el mundo, incluso cuando niega la intromisión extranjera y promete a los países acuerdos de “no interferencia” y “doble ganancia”.

El PCC “quiere el control, o al menos el poder de veto, sobre el discurso público y las decisiones políticas en todo el mundo”, dijo Stilwell en declaraciones en el Instituto Hoover de la Universidad de Stanford. El PCC “plantea un riesgo real para nuestra forma de vida básica: prosperidad, seguridad y libertad”.

Hizo un llamamiento a los países de todo el mundo para que reconozcan las campañas de influencia del régimen autoritario y defiendan los principios básicos de la democracia, la apertura y la dignidad individual.

La opresión de sus ciudadanos por parte del PCC incluye el encarcelamiento de periodistas y activistas de derechos humanos, la represión de la democracia y la libertad de expresión en Hong Kong y la realización de una campaña de represión contra los uigures en Sinkiang.

Stilwell describió campañas de influencia que se extienden más allá de las fronteras de China. A través de su Departamento de Trabajo del Frente Unido, el PCC utiliza grupos de estudiantes, empresas estatales y otras organizaciones para influir en los estudiantes de universidades extranjeras y sobornar a funcionarios de gobiernos extranjeros.

Grupos de estudiantes apoyados por Pekín han maltratado a compañeros de clase en Australia que se manifestaron por la democracia en Hong Kong, mientras que agentes del régimen han amenazado a académicos que critican sus políticas en Nueva Zelanda y han acosado a disidentes chinos en todo el mundo, según dijo Stilwell.

La República Popular China (RPC) roba sistemáticamente la propiedad intelectual de universidades y empresas y socava los medios de comunicación independientes en idioma chino en todo el mundo.

“Un orden mundial impuesto por el PCC requeriría obediencia a Pekín”, dijo Stilwell. “Los avances tecnológicos en la vigilancia y el control moverían al mundo hacia una nueva y oscura era de tiranía”.

Estados Unidos está tratando de contrarrestar el comportamiento maligno del PCC, según comentó Stilwell, e instó a otros países a hacer lo mismo. Los funcionarios de Estados Unidos están identificando organizaciones bajo el control del PCC, procesando a los agentes del PCC que violan la ley de Estados Unidos (en inglés) y exigiendo que las empresas estadounidenses sean tratadas de manera justa.

En octubre, Estados Unidos y la Unión Europea iniciaron un diálogo para abordar las amenazas del PCC mediante esfuerzos conjuntos para defender sus sistemas de valores democráticos compartidos.

“Este problema es mundial”, dijo Stilwell. “A menudo es sólo al actuar de manera concertada que otros países pueden cambiar el cálculo a favor de la reciprocidad, la transparencia y la libertad”.