Como prometió, Estados Unidos ha aumentado las sanciones contra el régimen iraní, con la última ronda dirigida al Banco Central y al Fondo Nacional de Desarrollo de Irán por enviar dinero destinado al pueblo iraní al ala terrorista del régimen.
Las medidas siguen a los repetidos ataques del régimen contra la economía mundial, entre los que se incluye el ataque con misiles del 14 de septiembre contra los yacimientos petrolíferos de Arabia Saudita.
“Atacar a otras naciones e interrumpir la economía global tiene un precio. El régimen debe rendir cuentas con aislamiento diplomático y presión económica”, dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en un tuit del 20 de septiembre.
Funcionarios del Tesoro de Estados Unidos dicen en un comunicado que el Banco Central de Irán canaliza dinero tanto al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica – Fuerza Quds (IRGC-QF) del régimen como a Hizbolá.
Desde al menos 2016, el banco ha sido el principal proveedor de divisas de la IRGC-QF. En 2018 y principios de 2019, el banco desvió varios miles de millones de dólares y euros del Fondo Nacional de Desarrollo al IRGC-QF, que Estados Unidos ha designado como grupo terrorista.
A pesar de que el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán recibió un aumento de presupuesto este año, el presidente iraní Hassan Rouhani todavía retiró miles de millones del Fondo Nacional de Desarrollo para la propaganda estatal y el terrorismo.
El presidente Trump dijo el 18 de septiembre que había dado instrucciones a su administración para que aumentara sustancialmente las ya históricas sanciones contra Irán, el principal estado patrocinador del terrorismo en el mundo.
“El descarado ataque de Irán contra Arabia Saudita es inaceptable”, dijeron funcionarios del Departamento del Tesoro (en inglés). “Haremos cumplir enérgicamente nuestras sanciones para impedir que el régimen iraní financie el terrorismo global y la opresión interna del pueblo iraní, que son las víctimas del régimen que han sufrido durante más tiempo”.