EE. UU. trabaja con asociados para proteger las cadenas mundiales de suministro

Estados Unidos trabaja con sus asociados para asegurar que las cadenas mundiales de suministro sigan siendo flexibles y resistentes y no dependan excesivamente de una sola fuente de fabricación o producción.

Las cadenas de suministro son los hilos que unen la economía mundial. Las cadenas de suministro llevan las piezas a las fábricas de todo el mundo y los productos a las tiendas y los hogares.

Pero cuando demasiadas de estas cadenas de suministro globales están conectadas a un solo país pueden ser fácilmente interrumpidas o susceptibles de abuso.

Este problema quedó especialmente claro durante COVID-19, cuando las interrupciones en China provocaron una escasez de suministros médicos en todo el mundo. Y se agravó aún más por el antidemocrático gobierno unipartidista del Partido Comunista Chino (PCC).

Por ello, Estados Unidos trabaja con asociados de ideas afines para garantizar que las cadenas mundiales de suministro sean más sólidas y confiables a medida que moviliza sus vastos recursos para apoyar la recuperación económica mundial después de la pandemia de COVID-19.

“La pandemia de COVID-19 ha puesto de relieve los riesgos de la excesiva dependencia de proveedores únicos de bienes críticos para la seguridad nacional”, indica una hoja informativa del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre la importancia de las cadenas de suministro (PDF, en inglés). “Para proteger nuestros negocios y la prosperidad general, debemos diversificar las cadenas mundiales de suministro”, añade.

La estrategia “GEAR” de EE. UU. ayudará a la reconstrucción de los países

La labor de diversificación de las cadenas de suministro forma parte de la Estrategia de actividad y recuperación económica mundial (GEAR) del Departamento de Estado de Estados Unidos, un amplio esfuerzo por utilizar la fortaleza de la economía estadounidense para ayudar a los países en la reconstrucción tras la pandemia.

La estrategia GEAR facilitará “un rápido crecimiento y estimulará la recuperación económica que beneficiará directamente a nuestros ciudadanos y al resto del mundo”, dijo Sarah Weber, asesora principal en la Oficina de Asuntos Económicos y Empresariales del Departamento de Estado.

Camión de transporte pasa por una carretera rodeada de un paisaje de otoño (© John Greim/LightRocket/Getty Images)
Un camión pasa cerca de Covington (Pensilvania), en 2015. (© John Greim/LightRocket/Getty Images)

La estrategia también se centra en la restauración de las redes internacionales de transporte y viajes, el apoyo a las empresas estadounidenses, la promoción de las exportaciones de Estados Unidos, el despliegue de herramientas financieras para la recuperación económica y la habilitación del comercio y la seguridad alimentarios tras los trastornos de la pandemia.

Se basa en el liderazgo de Estados Unidos en la lucha mundial contra la pandemia de COVID-19, que incluye miles de millones de dólares invertidos en ayuda humanitaria, salud pública y la Operación “Warp Speed”, que ha permitido el desarrollo de vacunas seguras y eficaces.

Estos avances han ayudado a fortalecer los lazos comerciales con las empresas estadounidenses y han dado un impulso a las economías en desarrollo en países como Bangladés, Tailandia y Vietnam.

Riesgo de hacer negocios con la República Popular China

La estrategia GEAR no es la primera vez que Estados Unidos ha instado a las empresas y a los socios internacionales a examinar de cerca sus cadenas de suministro en China.

En julio, el gobierno de Estados Unidos publicó la Advertencia empresarial sobre la cadena de suministro de Sinkiang y emitió una carta abierta a los líderes empresariales cuyas cadenas de suministro están conectadas con la RPC y que hacen negocios con empresas de la RPC que apoyan la campaña del PCC de trabajos forzados, internamiento masivo y represión contra los uigures y otras minorías étnicas y religiosas.

El PCC también ha abusado de la posición de la RPC en las cadenas mundiales de suministro, incluyendo la retención de materias primas de otros países durante disputas políticas.

Para preservar y promover la seguridad, la resistencia y la prosperidad, los países y las empresas deben dar prioridad a las cadenas de suministro en los países “en los que se respeta el estado de derecho y en los que las instituciones son responsables ante los ciudadanos y los consumidores, en lugar de los países con un historial de políticas económicas depredadoras”, dice la hoja informativa del Departamento de Estado.