Los efectos del cambio climático son reales. El hielo ártico se está derritiendo. Los niveles del mar están aumentando. Los arrecifes de coral, que se encuentran entre los ecosistemas más diversos y biológicamente ricos del planeta, se están reduciendo.
Las regiones de arrecifes de corales han sido afectadas por un proceso que se llama blanqueo (o decoloración). El incremento en la temperatura de los océanos se considera la causa más probable. Al estar más caliente el mar las algas, que viven de forma simbiótica con el coral, abandonan al coral que las acoge. Las algas proporcionan nutrientes y color para el coral. Sin ellas, el coral se blanquea o decolora.
“Muchos arrecifes de coral sanos y resistentes pueden aguantar la decoloración siempre y cuando tengan tiempo para recuperarse”, indicó el especialista en arrecifes de coral Mark Eakin. “Sin embargo, cuando hay un patrón repetitivo de decoloración en un coral en un período corto de tiempo, es muy difícil que esos corales se recuperen y sobrevivan”.

Científicos estadounidenses vigilan las temperaturas de la superficie del mar (en inglés) y pronosticaron correctamente los sucesos de decoloración en las Islas Solomon, Papua Nueva Guinea, Nauru, Fiji y en la Samoa estadounidense. En este momento, los arrecifes de coral en todo el mundo están experimentando una decoloración masiva causada por el calentamiento del océano y un reciente fenómeno de El Niño.
Los arrecifes de coral ofrecen varios beneficios y recursos:
- Recursos alimenticios para las comunidades locales.
- Viveros de muchas zonas pesqueras del mundo.
- Compuestos utilizados en medicinas, algunos para tratar el cáncer.
- Barreras naturales contra huracanes, ciclones y otras tormentas.
El instituto de conservación de naturaleza Nature Conservancy sugiere formas en las que podemos proteger el coral (en inglés):
- Conserva el agua. Utilizar menos agua resulta en menos escorrentías y en menos aguas vertidas en los océanos.
- Elimina la basura adecuadamente. La basura contribuye a la contaminación del agua y puede dañar las delicadas estructuras de los arrecifes y la vida silvestre. No dejes cuerdas de pescar o redes en el agua o en la playa.
- Realiza el buceo, el esnórquel y las actividades de navegación de forma responsable. El contacto con el coral dañará a los delicados animales del coral. No toques el coral, no camines encima del mismo y no eches anclas sobre los corales.