Cuando el capitán del equipo de Estados Unidos de waterpolo, Tony Azevedo, llegue a Río de Janeiro a la celebración de los Juegos Olímpicos de 2016, se sentirá en casa.
Azevedo nació en Río y sus padres jugaban al waterpolo. Si bien creció en California, hoy vive en la ciudad de San Pablo, Brasil, donde juega waterpolo profesional e trabaja para ayudar a aumentar el programa de waterpolo en el país.
Las piscinas olímpicas también son su hogar. “A los 14 años, recogía pelotas en los partidos de tenis de los Juegos Olímpicos de 1996 [en Atlanta, Georgia] y vi a los españoles ganar la medalla de oro”, señaló Azevedo. “Esto realmente cambió mi vida: mi deseo era representar a mi país, yo quería ser un atleta olímpico”.
Así, abandonó los demás deportes que practicaba y se concentró en el deporte acuático, un juego que representa una mezcla de ritmo acelerado entre el rugby y el fútbol, que se juega en una piscina profunda. Siete jugadores por equipo se enfrentan con el objetivo de marcar goles en la portería del equipo contrario.
“El waterpolo es el deporte más duro del mundo”, señala Azevedo, “porque estás haciéndolo todo a la vez”.

Este deporte es físico porque los jugadores luchan constantemente para mantener su posición en el agua, pero también es estratégico.
En este caso, Azevedo señala que tiene una ventaja. “Hay muchos atletas que logran ser muy buenos cuando son jóvenes, pero nunca son los mejores hasta que crecen” debido al gran componente mental de este deporte, destaca Azevedo.
Después de 20 años de mantenerse a nivel olímpico, Azevedo se encuentra en plena forma física. En el campeonato mundial de waterpolo de 2015, Azevedo marcó 15 goles en su equipo.
Hubo un momento en que la posibilidad de participar en una olimpiada parecía prácticamente nula para Azevedo. Cuando tenía 4 años de edad, mientras jugaba a ser el héroe “He-Man”, cayó de una jaula para conejos y se lesionó la garganta y los pulmones. Su corazón dejó de latir en la camilla de operaciones. A sus padres les dijeron que su hijo nunca podría practicar deportes debido a las lesiones que había sufrido a tan corta edad. Ellos probaron que los médicos estaban equivocados.
Ahora tiene 34 años, y Azevedo nada en la historia. A los 18, Azevedo se convirtió en el jugador de waterpolo más joven de Estados Unidos y se unió al equipo olímpico del año 2000 en Sídney. Ha sido parte del equipo desde entonces y lideró el equipo que obtuvo una medalla olímpica de plata en 2008 en Pekín.
Azevedo está feliz de que su quinto intento de lograr una medalla de oro en las olimpíadas suceda en Brasil.
“Río es mi segunda ciudad, mi segundo hogar”, declaró.
El torneo de waterpolo en los Juegos Olímpicos tendrá lugar del 6 al 20 de agosto. Puedes seguir a Azevedo en @WaterPoloTony, junto con tus equipos favoritos.