Conocida como la bandera rebelde, la Cruz del Sur y el estandarte de batalla, la bandera utilizada por el ejército confederado de los estados del sur de Estados Unidos en la Guerra Civil estadounidense consistía en una cruz diagonal azul con estrellas sobre un fondo rojo.
Más de 150 años después de la rendición del Sur, la bandera aún es fuente de controversia.
¿Por qué es polémica?
“Si todas las banderas confederadas hubiesen sido replegadas para siempre en 1865, igual continuarían siendo símbolos controvertidos”, sostiene John Coski (en inglés), historiador del Museo de la Confederación. Pero “la historia de la bandera ha estado marcada desde 1865 por la acumulación de significados adicionales basados en diversos usos”.
Según Coski, tras la guerra, los descendientes de los veteranos confederados utilizaron la bandera en monumentos y como “símbolo venerado de sus ancestros”.
Sin embargo, a través del tiempo la bandera también llegó a representar la cultura del Sur de manera más general al tiempo que los antiguos estados confederados introducían una estricta segregación racial y desarrollaban una identidad cultural y política distintiva.

Durante 1940 y 1950, la bandera confederada se hizo popular como el estandarte de los segregacionistas que se oponían al creciente movimiento de los derechos civiles de los afroestadounidenses.
Cuando la segregación fue finalmente desarticulada, la bandera continuó siendo el símbolo de aquellos que abogaban por una interpretación más amplia de los derechos de los estados, aquellos aspectos los cuales la Constitución estadounidense considera responsabilidad de los estados y no del gobierno federal en Washington.
No obstante, la bandera también ha sido adoptada por racistas y nacionalistas blancos.
Los estadounidenses que se oponen a la exhibición pública de la bandera confederada sostienen que no importa si los partidarios del sentido positivo de la bandera la consideran un símbolo del legado del Sur o de los derechos de los estados. Su historia, afirman, honra la esclavitud, la segregación y la desigualdad.
¿Cómo se considera ahora?

El debate se intensificó en 2015 después de que un pistolero que había subido sus fotos vestido con atuendos con insignias de la Confederación abriera fuego y matara a nueve personas en una iglesia de feligreses negros en Charleston (Carolina del Sur). Pronto surgió un movimiento nacional que minimizó en la vida pública las imágenes de la Confederación, incluida la bandera. Por su parte, líderes políticos reconocieron que, aunque la bandera no se concibió con fines ofensivos, muchos ciudadanos la ven de esa manera. Sugirieron que el legado más amplio que representa la bandera podría ser promovido y homenajeado de otras maneras.
En Carolina del Sur, por ejemplo, la entonces gobernadora Nikki Haley ordenó quitar la bandera que se encontraba frente al Capitolio estatal. “Mi deseo es que, al quitar este símbolo que nos divide, podamos avanzar hacia un estado en armonía”, señaló en aquel momento. (El presidente Trump designó a Haley embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas).
Por su parte, en Virginia, el Ayuntamiento de Alexandria ha votado cambiarle el nombre a una carretera (en inglés) que llevaba el nombre del presidente de la Confederación, Jefferson Davis.
Con todo, muchos estados del Sur continúan incorporando imágenes de la Confederación a sus emblemas estatales, a la vez que muchos estadounidenses ejercen su derecho a la libertad de expresión exhibiendo la bandera en señal de apoyo al significado que personalmente le atribuyen.