Ilustración de manos sobre el teclado de una computadora con edificio gubernamental en la pantalla (Depto. de Estado/Doug Thompson)
(Depto. de Estado/Doug Thompson)

En Estonia la gente puede elegir sus representantes parlamentarios, pagar los impuestos y acceder a casi 3000 servicios gubernamentales por internet.

En Corea del Sur el gobierno invita a los ciudadanos a presentar sugerencias sobre políticas o expresar quejas por corrupción, modera los diálogos sobre los asuntos planteados e informa de las decisiones que toma sobre esos temas, todo en línea.

La tecnología hace que las operaciones del gobierno sean más transparentes y permite que la entrega de servicios sea más eficiente y menos costosa. A menudo se lo llama “gobierno electrónico” y funcionarios más allá de Estonia y Corea del Sur lo están adoptando en distinta medida.

¿Quién puede permitirse el gobierno electrónico?

Si bien los países y localidades que están a la vanguardia en el gobierno electrónico son ricos y cuentan con tecnología avanzada, Marc Holzer, profesor de la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey, opina que incluso las inversiones modestas pueden ayudar.

“La voluntad política y una disposición a investigar, adoptar e implementar las prácticas óptimas son cruciales”, dijo.

La inventiva local puede ayudar a superar la insuficiencia de recursos y el acceso limitado a internet. En Kenia, los ciudadanos que no cuentan con acceso a internet en el hogar pueden acceder a los servicios del gobierno en docenas de centros Huduma de computación en todo el país.

El gobierno de Estados Unidos ha ayudado a países en Europa meridional, África y Asia Central a establecer las bases para el gobierno digital. Entre las iniciativas se cuenta un laboratorio en Tanzania (en inglés) que procesa datos de numerosas fuentes con el fin de compartir mejores opciones sobre políticas.

Ciudadanos y activistas

Los ciudadanos adoptan el gobierno electrónico cuando es simple y les ahorra tiempo. En esto coinciden los ciudadanos de Vilna y Ereván, al igual que los de Nueva York, Seúl, Hong Kong y los otros primeros diez (en inglés) municipios con gobierno electrónico.

Los activistas también adoptan el gobierno electrónico, dice Jane Fountain, profesora de la Universidad de Massachusetts en Amherst. La información en línea es más fácil de compartir y les permite evaluar asuntos de educación, tráfico, avances en el área del medioambiente y otros temas, explicó.