
El reportaje objetivo de los hechos ha sido arriesgado desde hace mucho tiempo en la Federación Rusa con el presidente Vladimir Putin. Pero luego de la invasión a plena escala de Ucrania por parte de Rusia el 24 de febrero, los periodistas y los ciudadanos de Rusia ahora enfrentan prolongadas condenas de prisión por informar con precisión o protestar contra la guerra.
La presión de Roskomnadzor, la agencia del Kremlin para el control de los medios, obligó al diario independiente Novaya Gazeta a suspender sus operaciones (en inglés) a fines de marzo. Roskomnadzor ha prohibido la entrevista del director de Novaya Gazeta, Dmitry Muratov con el presidente de Ucrania Volodímir Zelenski y amenazó con tomar medidas de acuerdo a la ley de Rusia sobre “agentes extranjeros”, que somete a los periodistas al pago de multas, hostigamiento y posible encarcelamiento.
Varios otros medios de comunicación independientes rusos también han suspendido sus operaciones debido a la constante presión del Kremlin contra estos, incluyendo Meduza, Dozhd TV y Ekho Moskvy. Más de 150 periodistas han huido de Rusia desde que comenzara la guerra a plena escala de Rusia contra Ucrania, informó el diario The Wall Street Journal.
Las autoridades rusas también han detenido a más de 15.000 manifestantes (en ruso) por protestar pacíficamente contra la brutal y no provocada guerra de Putin, según el grupo OVD-Info, una organización de derechos humanos que rastrea los arrestos por motivos políticos.
La represión del Kremlin contra la libertad de expresión está permitida por dos leyes aprobadas en marzo, que hacen los reportajes de hechos y las manifestaciones contra la guerra punibles con hasta 15 años de prisión.
“Ningún periodista está a salvo de un procedimiento judicial potencialmente grave, fundado en leyes represivas formuladas de forma ambigua y, a menudo, votadas precipitadamente”, indica el sitio web de Reporteros sin Fronteras.
El Kremlin también bloqueó Facebook e Instagram y limitó el acceso a Twitter para negar a la población rusa el acceso a la información sobre su agresión contra Ucrania. Roskomnadzor también bloqueó a Radio Europa Libre/Radio Libertad (RFE/RL) y a los sitios web en idioma ruso de la Voz de América, de BBC y la alemana Deutsche Welle.
El 6 de mayo un tribunal ruso ordenó el arresto en ausencia del periodista ruso Aleksander Nevzorov por informar sobre el bombardeo ruso del hospital de maternidad en Mariupol (Ucrania). Nevzorov, que estuvo en Israel en marzo, fue acusado de divulgar información “deliberadamente falsa”, según informa la Voz de América.

Antes de la invasión en plena escala de Ucrania, un tribunal ruso en la Crimea ocupada, sentenció a Vladyslav Yesypenko, un periodista independiente (en inglés) en el servicio ucraniano de REF/RL, a seis años de prisión bajo acusaciones que son ampliamente consideradas políticamente motivadas y una consecuencia de sus reportajes independientes. Yesypenko afirma que las autoridades “quieren desacreditar la tarea de los periodistas independientes que realmente quieren exponer las cosas como realmente ocurren en Crimea”.
El presidente y director ejecutivo de REF/RL, Jamie Fly, declaró al Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales el 30 de marzo que los medios informativos han enfrentado desde hace mucho las restricciones en Rusia, pero que la presión se ha incrementado por “el deseo del Kremlin de retener el control sobre cualquier conversación pública” dentro de Rusia acerca de su guerra contra Ucrania. Como resultado de esa presión RFE/RL suspendió recientemente sus operaciones en Moscú.