
Los titulares no cuentan todo lo que sucede con las relaciones entre Estados Unidos y Rusia.
Quizá ya lo sepa: Rusia es el país más grande en términos de superficie. En su diverso y vasto terreno, desde la tundra congelada a las praderas del sur, reservas naturales y parques nacionales protegen hábitats únicos y especies raras, como el leopardo de las nieves, los tigres de Amur o de Siberia y los antílopes saiga.
El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (USFWS) ha venido contribuyendo a estas reservas y colaborando con naturalistas rusos durante más de 40 años. El programa Vida Silvestre sin Fronteras en su sección de Rusia apoya intercambios, conferencias y talleres de capacitación que permiten a biólogos de campo rusos y estadounidenses trabajar juntos para conservar estos recursos naturales.
Un programa competitivo de subvenciones es otro elemento de Vida Silvestre sin Fronteras – Rusia que anima a que reservas y parques individuales rusos busquen apoyo para proyectos en sus regiones.

Entre algunos de los proyectos que USFWS ha apoyado destacan:
Protección de los tigres de Amur en el Parque Nacional Anyuisky: Las subvenciones de USFWS han contribuido a equipos de campo y suministros que el personal necesita para patrullar el terreno a fin de proteger a los animales de la caza furtiva.
Vigilancia y protección de los tigres de Amur en la reserva Sikhote-Alin: Los biólogos desean conocer mejor cómo sobreviven los tigres de Amur el duro invierno. Una subvención de USFWS en esta reserva ayudó a proporcionar al personal de campo las herramientas y el equipo que necesitaban para este trabajo.
Protección de la población del leopardo de las nieves de Argut en la república Altai de Rusia: Este proyecto estaba dirigido a establecer y sostener un equipo de patrulla contra la caza furtiva con la participación de los residentes de las aldeas y las autoridades de gestión de los animales de caza.
USFWS ha proporcionado casi 4 millones de dólares en subvenciones desde 1998.

Estos proyectos individuales forman parte de un plan más amplio. Las áreas silvestres de Rusia, especialmente sus extensos bosques, contribuyen a la potencia pulmonar de la Tierra ya que absorben dióxido de carbono, reciclan oxígeno y almacenan emisiones de carbono. Son el hogar de especies en peligro de extinción y un componente vital de la protección de la biodiversidad del planeta.