Cuando una maestra primeriza llevó a 150 estudiantes desfavorecidos e “inenseñables” a la graduación y las mejores oportunidades, el mundo se dio cuenta de ello.

Erin Gruwell animó a los adolescentes de Long Beach, California, a escribir diarios, y luego los ayudó a publicar una colección de los artículos. Los estudiantes eran predominantemente de orígenes hispano y afroestadounidense y habían tenido conflictos fuera de las aulas. El libro, titulado The Freedom Writers Diary (Diario de los escritores de la libertad) incluye descripciones gráficas de las difíciles vidas de los estudiantes. Se convirtió en un superventas, y la compañía cinematográfica Paramount Pictures hizo una película (en inglés) basada en el libro.

Es aún más importante lo que ha sucedido en los 20 años después de que Gruwell llevase sus innovadoras técnicas docentes a la Escuela Secundaria Woodrow Wilson. Muchos estudiantes de sus primeras clases siguieron carreras profesionales. Uno de ellos es arquitecto en Los Ángeles; otro dirige una empresa de redes sociales. Otros exalumnos son enfermeras/os u oficiales militares. (Lea sobre otra maestra innovadora en México).

No habría ido a la universidad en absoluto si ella no hubiese sido mi maestra”, comentó Daisy Farias. El padre de Farias inmigró de México, y su madre de El Salvador. Ahora, ella enseña en una escuela no muy lejos de aquella en la cual estudió con Gruwell.

Erin Gruwell en una reunión (D.A. Peterson)
Erin Gruwell (D.A. Peterson)

En su primer día como maestra, relató Farias, “cuando entré en el aula, me vi a mí misma. Vi a Tiffony. Vi a Maria. Vi a los ‘escritores de la libertad’”.

Por su parte, Tiffony Jacobs, la Tiffony que Farias recuerda, admite que sus primeros encuentros con Gruwell hace 20 años no fueron bien. “Me hizo sentarme en primera fila y siempre me preguntaba”, explicó Jacobs. “Yo sabía que tenía que esforzarme”.

Hoy, Jacobs está agradecida. “Soy egresada universitaria. Tengo estructura en mi vida. Me niego a ser tratada irrespetuosamente y me respeto a mí misma”, agregó.

Jacobs actualmente trabaja a tiempo completo para la Fundación Escritores de la Libertad (en inglés) creada por Gruwell mientras sus primeros estudiantes seguían estudios universitarios y carreras. La fundación capacita a maestros de adolescentes en situación de riesgo sobre cómo elevar el desempeño académico y ayudar a los estudiantes a superar circunstancias adversas.

Con la ayuda de Farias y otros exalumnos, la fundación ha capacitado a 400 maestros y ha llegado a ser una influencia para 450.000 estudiantes con un plan de estudios que pone énfasis en la tolerancia y la inclusión. La fundación también concede becas universitarias a estudiantes que han completado la escuela secundaria y que han superado la adversidad.

En los últimos años, Gruwell ha viajado a Taiwán, a Holanda y a Escocia para ayudar a maestros. Este año viajará a Israel. “No hay nada que pueda parar a esta mujer”, dijo Jacobs. “Es como un tren que avanza a toda máquina”.

Gruwell expresó que está motivada por maestros que trabajan con estudiantes desfavorecidos. “Los maestros son superhéroes”, afirmó. “Estas son personas que creen en la justicia social, que luchan por aquellos de quienes no se espera mucho”.