El 6 de noviembre más de 10.000 voluntarios estarán alineados en las calles de Nueva York para entregar agua y alentar a voces a los corredores que tratan de llegar a la meta final en uno de los maratones más grandes del mundo.
Flavia Scarano, de Italia, y Sumei “Miyako” Xu, de China estarán entre esos voluntarios. Ambos vinieron a Estados Unidos para trabajar como empleadas “au-pair” en familias de la zona de Nueva York por medio de un programa de intercambio que les permite tener una experiencia en Estados Unidos a la vez que cuidan de los niños de sus familias anfitrionas y toman clases en colegios universitarios cercanos.
“Me parece que todo corredor del mundo quiere participar en este maratón”, dice Scarano, de 27 años, que está dichosa de ser parte de esa competencia.
Casi el 10 por ciento de los voluntarios en este maratón de Nueva York 2016 serán visitantes de intercambio como Scarano y Sumei, todos miembros de un programa comúnmente conocido como J-1 (en inglés), en relación al tipo de visado con que se les permite ingresar a Estados Unidos.
El trabajar de voluntario en el maratón es “una oportunidad para conocer a gente de todo el mundo”, a la vez que se ayuda a algunos de los casi 50.000 corredores que tratan de cruzar la meta, dice Scarano.

Sumei, de 24 años, de Shanghai, espera sentir de cerca la fuerza de voluntad que los corredores muestran para cruzar la meta al final de los 42 kilómetros. “Los ayudaré haciendo todo lo que pueda”, dijo.
Los voluntarios de intercambio de muchos otros países también estarán ahí, entre ellos de Argentina, Austria, Australia, Brasil, Suiza, China, Colombia, la República Checa, Alemania, Dinamarca, España, el Reino Unido, Italia, Finlandia, México, Francia, Holanda, Polonia, Suecia, Eslovaquia, Tailandia y Sudáfrica.
Vilma Rodríguez, de 29 años, de México, fue voluntaria en 2015. Dice que espera que los grupos de este año recuerden vestir ropa abrigada y cómoda, y lo más importante, que “tengan el corazón abierto para lograr el objetivo: ayudar con una actitud positiva”.
Yingling Fu, de 24 años, de Shenzhen (China), llega a la experiencia con la actitud correcta. Dice que ella aplaudirá a los competidores, tomará muchas fotos y simplemente “disfrutará el momento”.