En el año 2011 un refugiado sudanés de 15 años llamado Gai Nyok llegó a Estados Unidos. En septiembre de 2015 se preparaba para representar a su patria adoptiva como un nuevo diplomático.
Nyok fue uno de los 20.000 “niños extraviados” (en inglés) que escaparon de la guerra civil en Sudán a fines de la década de 1980. Para escapar de la violencia cruzó Etiopía y Uganda, antes de unirse a otros 100.000 refugiados en Kenia, en un campamento de las Naciones Unidas.
En ese campamento fue que Nyok conoció a los primeros diplomáticos de Estados Unidos. Ellos lo trataron “con dignidad y con respeto”, como recuerda Nyok.
Luego de una serie de entrevistas con funcionarios de Estados Unidos y de Naciones Unidas Nyok fue uno de los 4.000 niños perdidos a los que fue otorgado asilo en Estados Unidos.
Vivió con una familia adoptiva en Virginia y pronto se graduó de la escuela secundaria con notas excelentes. Luego, Nyok obtuvo una grado doble en economía y relaciones internacionales en la Universidad de la Mancomunidad de Virginia (Virginia Commonwealth University).

No le resultó fácil acostumbrarse a la vida en Estados Unidos. Para empezar el idioma, porque Nyok hablaba inglés, pero tenía dificultades con los acentos locales y muchas veces la gente no entendía el suyo.
Luego hubo otros ajustes que hacer.
“En Sudán y el este de África la gente joven cuando habla con alguna autoridad o una persona mayor, no les mira a los ojos”, dijo. En Estados Unidos mirar a otra persona a los ojos es una señal de respeto, comenta.
“Por suerte tenía amigos estadounidenses en el equipo de fútbol de la escuela secundaria, lo cual me ayudó a no tardar mucho en ajustarme completamente, o casi”, relata Nyok.
En la actualidad Nyok está estudiando español para cumplir su primer destino en el Departamento de Estado, en la embajada de Estados Unidos en Caracas (Venezuela).
“Espero ser un buen funcionario del Servicio Exterior, capaz de cumplir mi tarea y servir a mi país de la mejor manera que pueda”, dijo. “Espero ser capaz de inspirar a otros jóvenes, no solamente a los nuevos estadounidenses, sino a la gente que hace mucho tiempo que han sido estadounidenses”.