Ya hemos descrito cómo Nicolás Maduro utilizó la crisis de hambre de Venezuela para obligar a los votantes a apoyarlo en recientes elecciones.
Mostrar comida a venezolanos hambrientos a cambio de votos no fue el único medio de coerción que Maduro utilizó para asegurarse el poder en una elección trucada. El gobierno también obligó a los médicos a suspender tratamiento y medicamentos a pacientes a menos que apoyaran a Maduro, según reveló un artículo reciente del diario The New York Times.

Doctores del cuerpo médico internacional de Cuba desplegados en Venezuela informaron que el anterior régimen de Maduro utilizó sus servicios para asegurar votos para el partido socialista en el poder. Esto incluyó ir de puerta en puerta en los barrios pobres y decirles a los residentes que perderían sus servicios médicos si no votaban por Maduro y los candidatos que lo apoyaban.
En un momento en que el 75 por ciento de los hospitales carecía de los medicamentos básicos disponibles en hospitales en funcionamiento y se producían brotes de enfermedades infecciosas como la difteria, Maduro estaba comprando votos con medicamentos.
“La lucha en Venezuela es entre la dictadura y la democracia, y la libertad tiene el impulso. Nicolas Maduro es un dictador sin derecho legítimo al poder, ¡y Nicolas Maduro debe irse!” dijo el vicepresidente Pence, de Estados Unidos.