
El sector privado estadounidense se enfrenta al reto que plantea el virus COVID-19.
Mientras el personal médico atiende a pacientes en todo el país, la necesidad de respiradores desechables protectores N95 se dispara. En respuesta, el gigante manufacturero Honeywell está aumentando su producción de máscaras N95 contratando a 500 nuevos empleados en sus instalaciones de Smithfield (Rhode Island). La empresa también está aumentando la producción en múltiples instalaciones en todo el mundo.
Mientras tanto, el director ejecutivo de Apple, Tim Cook, anunció (en inglés) que la compañía donará millones de máscaras N95 para profesionales de la salud en Estados Unidos y Europa para ayudar con las necesidades más inmediatas.
Otras empresas, como el fabricante de ropa Hanesbrands Inc., están deteniendo su producción de ropa en general para crear máscaras de algodón aprobadas por la Administración de Alimentos y Fármacos para que el público en general las use como medida de protección.
Para satisfacer las demandas de los hospitales locales del condado de Orange (California), una pequeña empresa, AST Sportswear, está dedicando sus esfuerzos a la producción de máscaras de algodón. “En realidad pedimos 30 máquinas más sólo para hacer estas máscaras. Todos nuestros trabajadores están aquí, estamos tratando de no despedir a nadie”, dijo Nadir Zulfiqar, gerente de ventas, a un programa de noticias de la televisión local. Unos 500 empleados trabajan ahora en diferentes turnos, separados por 1,8 metros, cosiendo máscaras.
Otra pequeña empresa de Minnesota, MyPillow, está cambiando la producción de almohadas a máscaras de algodón para hospitales de todo el país y dedicando el 90% de su personal a este esfuerzo.
Para ayudar aún más a los hospitales, varias empresas de Estados Unidos se están preparando para producir respiradores en fábricas que están equipadas para ello. El director general del fabricante de automóviles Tesla, Elon Musk, está explorando opciones para fabricar los equipos en asociación con instalaciones de equipos médicos. Mientras tanto, compró 1.255 ventiladores aprobados por la FDA para ser distribuidos en todo el país.
Además de lavarse las manos regularmente, el uso de desinfectante para manos puede frenar la propagación de COVID-19. Varias destilerías de alcohol de Estados Unidos han comenzado a producir lotes de desinfectante de manos para satisfacer la creciente demanda de las comunidades locales.
Anheuser-Busch, una cervecería estadounidense que emplea a más de 30.000 trabajadores, anunció que comenzará a reorientar sus esfuerzos a la producción y distribución de botellas de desinfectante de manos en todo Estados Unidos.
Incluso operaciones más pequeñas se están uniendo al esfuerzo. Un representante de la Destilería Litchfield de Connecticut dijo que desde el 16 de marzo ha producido unos 1.900 litros de desinfectante de manos y ha embotellado más de 16.000 botellas para los residentes cercanos.
“Ha sido un gran cambio para nosotros”, dijeron los dueños de la destilería, Jack, Peter y David Baker. “Pero nos alegramos de poder ayudar a la gente en estos momentos”.

Mientras los científicos de Estados Unidos trabajan para hacer pruebas más rápidas y eficaces para COVID-19, las empresas privadas estadounidenses están coordinando con el gobierno de Estados Unidos para llegar de forma segura a un mayor número de ciudadanos. La compañía farmacéutica Eli Lilly está ofreciendo pruebas a los trabajadores de la salud del área de Indianápolis que puedan haber estado expuestos al virus sin que tengan que bajarse del auto. De manera similar, la corporación minorista Walmart abrió dos sitios federales en los estacionamientos de sus tiendas en el área de Chicago para atender a los que trabajan en primeros auxilios y a los trabajadores de la salud. CVS Health Corp. ha hecho lo mismo en Shrewsbury (Massachusetts).
El sector tecnológico de Estados Unidos está respondiendo a las necesidades de la educación a distancia, ya que cada vez más escuelas están impartiendo cursos en línea. Para evitar viajes innecesarios al médico, Microsoft está ayudando a los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades a crear un robot de control de síntomas. Los pacientes introducen sus síntomas para determinar si éstos coinciden con los de COVID-19 y si necesitan atención médica.
Para ayudar a los padres y educadores a enseñar a sus hijos desde casa, Google lanzó Teach from Home, “un centro de herramientas y recursos para ayudar a los maestros a seguir enseñando durante los cierres de escuelas”, anunció (en inglés) su director ejecutivo, Sundar Pichai, en Twitter. Y el proveedor de Internet Comcast está abriendo su red Wi-Fi Xfinity de forma gratuita en todo el país durante los próximos 60 días.
Para los estudiantes universitarios que tuvieron que abandonar sus campus con prisas, la empresa de servicios de transporte y almacenamiento U-Haul anunció que ofrecerá 30 días de almacenaje gratuito en sus instalaciones.
“La aportación del sector privado también ha sido extraordinaria”, dijo el presidente Trump (en inglés) el 22 de marzo. “Estamos soportando una gran prueba nacional, y demostraremos que podemos hacernos cargo de la situación”.