A principios de este año los nigerianos eligieron a nuevos líderes legislativos y al presidente Muhammadu Buhari, que derrotó al titular Goodluck Jonathan por dos millones y medio de votos.

Los resultados son destacables por razones que trascienden la trayectoria individual de los candidatos. Fue la primera transición pacífica de poder a un partido de oposición en la historia democrática de Nigeria. El secretario de Estado John Kerry la denominó un “momento decisivo para la democracia” (en inglés).

Otros países africanos con elecciones próximas como Costa de Marfil, Mali y Guinea, están analizando lo que funcionó en Nigeria, con la esperanza de replicar el proceso. He aquí lo que hallaron:

Juventud con ánimo

Kingsley Bangwell, que maneja un grupo llamado Youngstars (en inglés), acredita la creación de un electorado más participativo al aumento del activismo juvenil previo a las elecciones. En 2012 los estudiantes se manifestaron contra la corrupción en la industria petrolera de Nigeria y contra la insurgencia de Boko Haram en 2014. La gente joven, según Bangwell, adquirió confianza en su capacidad de “organizarse en torno a un tema y lograr que el gobierno escuche”.

La juventud “impulsó la campaña del presidente Buhari”, de acuerdo con Samson Itodo, fundador de Iniciativa Juvenil para Abogar por el Crecimiento y el Avance. Notablemente, Buhari no era el más joven de los candidatos, sino prácticamente el mayor; pero los jóvenes votantes lo apoyaron porque querían ver “que puede hacer por mejorar de los medios de vida aquel que tiene voluntad política para combatir la corrupción”, dijo Itodo.

Redes sociales

Entre  2011 y 2015 los votantes adoptaron las redes sociales en masa. Antes de la elección de marzo los raperos nigerianos Banky y M.I participaron en charlas por medio de Twitter para despertar la atención de los votantes, y ambas partes usaron las redes sociales para contactarse con la juventud.

Enough is Enough (“Ya basta”; sitio en inglés), una coalición que promociona la buena gobernabilidad auspició un concierto al cual los asistentes eran admitidos si mostraban sus tarjetas de votante. La coalición promocionó el espectáculo en las redes sociales con anuncios que alentaban a inscribirse para votar. “La gente puede ser apática”, dijo Yemi Adamolekun, directora de Enough is Enough, “por tanto la idea fue utilizar música y comedia para lograr su participación”.

Youngstars organizó una campaña titulada “Votar, no pelear”, que llego a 62 millones de personas con su mensaje de no violencia. El presidente de la cámara de representantes y el presidente de la comisión nacional electoral se sumaron a miles de otras personas para afiliarse como “embajadores de la paz” en el sitio electrónico “Votar, no pelear”, y el artista 2Face contribuyó con un vídeo titulado “Vote Not Fight” (Votar, no pelear; en inglés).

Una mujer se registra para votar en Lagos, Nigeria. (© AP Images)

Supervisión fidedigna

Attahiru Jega, presidente de la Comisión Nacional Electoral Independiente de Nigeria, en el momento de la reciente elección, había supervisado la elección general de 2011, y la elección fue considerada “significativamente más transparente y creíble” que las tres precedentes por un grupo mundial de observación.

Jega se ganó la confianza en 2011 al recopilar un registro de votantes totalmente nuevo. Dispuso que los votantes fueran acreditados en los centros de votación antes de votar. Este año la comisión de Jega introdujo tarjetas de votante permanentes con datos biométricos inscritos en la tarjeta. Los centros de votación tienen lectores para verificar la identidad de los votantes.

Cuando la postergación en febrero de la elección por seis semanas planteó preocupaciones de corrupción, Jega confortó a los votantes. La popular etiqueta de Twitter  #iStandwithJega ayudó a mantener su credibilidad. Al final Jega gozó de la confianza tanto del partido gobernante como de la oposición, y mucho avanzó correctamente.