El alfabeto cirílico es algo común en un aula de Virginia en la que los estudiantes estadounidenses solo hablan ruso en clase y responden únicamente a nombres rusos.
Determinados a resolver el misterioso acertijo del idioma ruso, un grupo de estudiantes y profesores estadounidenses están participando en un curso de inmersión total.
Esta inmersión en el idioma ayuda a los estudiantes a progresar en cuanto al aprendizaje del idioma ruso en tan solo unas pocas semanas. Y para los profesores estadounidenses que enseñan ruso es una oportunidad para conocer a sus colegas y mejorar sus habilidades lingüísticas.
Los adultos participan en un curso de capacitación de dos semanas para profesores de ruso mientras que los estudiantes participan en un programa de inmersión de cuatro semanas para estudiantes de sexto hasta duodécimo grado en el condado de Fairfax (Virginia).
Los estudiantes del curso no son los únicos que desean aprender el idioma. De acuerdo con la revista Forbes, el ruso se encuentra entre los diez idiomas más populares para estudiantes universitarios estadounidenses.
El curso es uno de los tantos cursos de idiomas extranjeros parte de STARTALK, un programa que se inició durante la presidencia de George W. Bush como parte de la estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos. Árabe, chino, hindi, persa y ruso fueron designados como idiomas extranjeros de “necesidad crítica”.
Charles Byrd, profesor de ruso de la Universidad de Georgia y participante del programa STARTALK, manifestó que los estudiantes estadounidenses están interesados en el ruso, pero muchos lo encuentran difícil de aprender y dominar.
Joseph Doran, de 19 años, ha estado en Rusia, en donde dice que comió sopa rusa de remolacha siete días a la semana y caminó junto al Volga, un río simbólico de la cultura rusa. Doran es un profesor adjunto en STARTALK, y los estudiantes lo llaman por el nombre ruso que eligió: Joseph Timofeyevich.
“Me encantan la cultura y el idioma rusos. Me encanta leer literatura clásica rusa”, señaló Doran. “Es un idioma muy interesante. Las personas rusas son encantadoras. Estoy muy contento con las oportunidades que se me han puesto al alcance al saber ruso”.
Betsy Sandstrom, una de las directoras del programa STARTALK, comenta que, para muchos estudiantes, aprender un idioma extranjero es un paso importante para sus futuras carreras. Saber más de un idioma también tiene otros beneficios.
“Tienen distintos intereses. Una persona quiere convertirse en profesor de ruso, otra quiere ser un político”, explicó. “Es necesario saber un idioma extranjero. Y Rusia es el país más grande del mundo”.